Ya comienza la etapa electoral 2015 en México. La efervescencia política se presiente intensa y tanto gobierno federal como gobiernos estatales y municipales se alistan para llevar a cabo los comicios intermedios que este año tocan partes sensibles del cuerpo social mexicano: estados y municipios.
Por lo pronto se dice que a éstos acuden menos votantes que cuando son elecciones sexenales, por lo presidencial del tema... No importa...Si importa.
A partir de estos días, el país comenzará a moverse a ritmo de ‘Zongo le dio a Borondongo; Borondongo le dio a Bernabé; Bernabé le pegó a Muchilanga...’ Todos contra todos... Poco a poco veremos la exposición de maravillas secretas de muchos de los contendientes, como mensaje de los adversarios que tienen guardadas sus cartas marcadas: “por todas las ofensas que me has hecho...”.
Esto hace un espectáculo político por el que hay que pagar la entrada con un costo altísimo si se considera lo que pagamos los mexicanos para que unos partidos políticos prometan lo que no habrán de cumplir y hagan su propaganda, se metan a los medios de comunicación y dediquen un poco de ellos a nosotros, los de a pie, porque en general sus mensajes no son para nosotros, sino para que sus adversarios ‘entiendan de qué lado masca la iguana’...
Pero este año la situación puede ser dramática. Una cosa está en el aire. La situación actual que vive el país mexicano de violencia criminal, de contradicciones de gobierno, de corrupción política y burocrática, de ingobernabilidad nacional-estatal-municipal en muchos estados del país; Ayotzinapa sin solución ni Tlatlaya... Desempleo. Informalidad. Economía a la baja. Precios a la alta. Salario mínimo de vergüenza nacional...
... Todo junto ya da forma a una reacción. La de no creer ni en los políticos ni en los partidos políticos e instituciones electorales. ¿Por qué? Por lo reiteradamente dicho: los partidos políticos han participado activamente en la descomposición de lo que pudo haber sido y no fue: la democracia mexicana.
Así que si este año se elegirán a 300 diputados de mayoría relativa; 200 por el principio de representación proporcional por la circunscripción electoral a la que corresponden. Son 500 diputados al Congreso de Unión.
Se elegirán 9 gobernadores en igual número de entidades federativas: Campeche, Michoacán, San Luis Potosí, Sonora, Baja California Sur, Nuevo León, Querétaro, Colima y Guerrero.
En 17 entidades se votará para renovar los congresos locales: diputados. Esta renovación se dará en los mismos 9 estados mencionados anteriormente y adicionalmente en Jalisco, Guanajuato, Estado de México, Morelos, Tabasco, Chiapas, Yucatán y en el Distrito Federal los asambleístas de la ALDF...
En 16 estados se elige también a las autoridades municipales o ayuntamientos, y es en todos los mencionados anteriormente con excepción de Yucatán, en donde no habrá elección de alcalde, síndico ni regidores. En el Distrito Federal se votará por los 16 Jefes Delegacionales.
Pero la abstención electoral será la respuesta a todo lo que ha ocurrido. Y será, por tanto, un fracaso del sistema de partidos, un fracaso del gobierno federal que no consigue entenderse como gobierno de todos y en beneficio de todos, gobiernos estatales que corrompen y municipales que son víctimas de sí mismos y de los intereses de sus gobernadores.
Abstención y ayuno será el síntoma de 2015.
Abstención electoral porque, independientemente de que estas no son elecciones presidenciales, sí son elecciones que impactan en el ánimo local en donde están los grandes problemas nacionales de hoy y la gran desconfianza social.
Reiteremos: la gente de a pie está hasta el copete de la intromisión de actores políticos improbables e ímprobos; del maridaje entre política y corrupción; de partidos políticos que eligen a su interés y no al interés social y de gobiernos que se construyen en base a ganancias económicas particulares y negociaciones políticas sin freno... Eso es hoy el panorama político-electoral del país...
¿Alternativas? La abstención, como expresión de enojo, de desconfianza, de enfado y de separación entre gobierno y ciudadanos y sociedad en general...
Ayuno también. La situación económica del país se presagia crítica. El petróleo mexicano a la baja no es otra cosa que la baja en la calidad de vida de un país cuyo gobierno apuesta a la venta petrolera, no al crecimiento industrial y a la fortaleza social. El peso mexicano en gran desventaja con el dólar dibuja que pronto los productos básicos costarán más en un país cuyo salario mínimo fue de 2.81 centavos: ni para un huevo...
Así que, abstención y ayuno se presagian este año 2015 en México... Y esto es un asunto de gobierno ¿lo solucionará antes de que esto se convierta en un estallido social?... Ojalá.
Revisar tanto procesos democráticos como actores e instituciones para la democracia es la primera tarea para solucionar el asunto... ¿están dispuestos todos éstos señores de interés político a ello?... Ya veremos.