A un paso de que culmine el 2017, dos asesinatos perpetrados contra figuras públicas se registraron el jueves en un lapso de menos de 20 horas, lo que corona un año de crímenes contra líderes políticos y sociales, y que refuerza las cifras de distintas organizaciones, que han lo han colocado como el más violento en dos décadas. En México han sido asesinadas casi 27 mil personas en todo el país entre enero y noviembre de 2017, y cuando se sumen las víctimas del mes de diciembre, se espera que los números sean aún más alarmantes. Entre estos podemos contar los once periodistas que fueron asesinados y que posicionan a México, como el país sin guerra más peligroso para ejercer el periodismo, según Reporteros Sin Fronteras. El jueves 29 de diciembre, el diputado perredista Saúl Galindo, quien buscaba un segundo mandato como presidente municipal en Tomatlán, fue asesinado frente a su hijo, mientras circulaban por una carretera del municipio jalisciense; unas horas después, el edil de Petatlán, Guerrero, fue atacado en un restaurante de la Costa Grande y falleció, siendo el séptimo alcalde en funciones que es ultimado en el año. Un seguimiento realizado por ejecentral, revela que en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto se contabilizan 93 crímenes contra alcaldes y exalcaldes mexicanos. Entre autoridades municipales, periodistas, sacerdotes, integrantes de organizaciones sociales o luchadores sociales como quede mejor No obstante, periodistas y políticos no son los únicos blancos de agresiones. Líderes sociales: entre autoridades municipales, periodistas, sacerdotes, integrantes de organizaciones o defensores de Derechos Humanos, son blanco constante de ataques, a tal grado que desde diciembre de 2012 hasta la fecha, en promedio son asesinados dos líderes en territorio nacional. Desde diciembre de 2012 hasta ahora, en promedio cada mes han sido asesinados dos líderes en el territorio nacional, teniendo como denominador común, que se registran en zonas con fuerte presencia del crimen organizado, especialmente de aquellos lugares donde los cárteles se encuentran en expansión, siendo los estados de Guerrero, Oaxaca y Veracruz, los de mayor incidencia y peligrosidad para los defensores. En 2017 fueron asesinados los activistas Miriam Elizabeth Rodríguez y el estadunidense Gordon Storm en Teocelo, Veracruz, y en San Fernando, Tamaulipas, respectivamente. Así como el homicidio contra el ambientalista rarámuri y ganador del premio Goldman en 2005, Isidro Baldenegro López, ocurrido el 18 de enero de este año. Organismos internacionales y nacionales han cuestionado la estrategia de seguridad en el país, no sólo para erradicar la violencia, sino para prevenirla y dotar de mecanismos de protección a grupos vulnerables de la sociedad. Edgar Corzo Sosa, Quinto visitador general de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), reconoció que el país vive un “estado de riesgo” y no es para menos. Desde 2007 a la fecha han sido asesinados 289 comunicadores y defensores de derechos, así como aquellos ciudadanos que buscaron justicia por su propios medios, ante la omisión e indiferencia de las autoridades, que han provocado que perdure la impunidad. DA
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