2020: persiste la precariedad

19 de Abril de 2024

2020: persiste la precariedad

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La baja inversión privada en infraestructura y los subejercicios presupuestales del gobierno hacen prever un nuevo año con crecimiento cero y sin recuperación de empleos

Margarita Díaz, una mujer de 50 años y que desde los 25 tuvo que mantener a su familia, se molestó cuando el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, volvió a pedir un “un año más” para que su modelo económico arroje resultados.

Ella, una emprendedora nata y que por la desaceleración económica cerró su último negocio el año pasado, está en mora crediticia y trabaja como asalariada con una paga de poco más de un salario mínimo.

En su último negocio, un taller de troquelado para fabricar cortadores de verduras, entregaba 14 mil productos al mes, por lo cuales cobraba 2.5 pesos por cada uno, es decir 35 mil pesos al mes. Sin embargo, los pedidos declinaron. Al arranque de 2018 la demanda bajó a cuatro mil al mes y después del primer trimestre de 2019 a mil mensuales.

La gente dejó de comprar y, con esos pedidos era incosteable la renta del troquel. Así, a mediados del año pasado, Margarita cerró el negocio. Entró en morosidad por dejar de pagar tres tarjetas de crédito, lleva dos años sin salir de vacaciones, sin comprar ropa nueva ni aparatos para la casa. “¡Y todavía el Presidente quiere otro año más!”, dice molesta.

Margarita forma parte de 28.5 millones de trabajadores mexicanos (51.6% del total) que reciben menos de 250 pesos diarios. Como emprendedora, cobraba 35 mil pesos mensuales; era del selecto grupo de los trabajadores que cobran más de cinco salarios mínimos.

El máximo de trabajadores con esa paga fue de 5.3 millones en el tercer trimestre de 2006, con Vicente Fox. El mínimo histórico es con Andrés Manuel López Obrador, con 1.74 millones de trabajadores en el primer trimestre de 2019. La diferencia significó un desplome de 67.1% o 3.55 millones de trabajadores asalariados que dejaron de recibir esa paga, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Esos millones de trabajadores con menor ingreso son los que mantienen en números negativos las ventas de vehículos nuevos en el país. Esa contracción que inició en 2017 se mantendrá a lo largo de 2020 y será, quizá hasta 2021 cuándo las ventas se reactiven, aunque ya no al nivel récord de 2016, cuando se vendieron un millón 605 mil unidades, comentó a ejecentral el director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales.

›A pesar de ese escenario, el presidente López Obrador confirma que en el gobierno están “absolutamente seguros de que (a los mexicanos en general) nos va a ir bien este año (2020)” porque, según el mandatario, “ya quedó demostrado que funciona el esquema, la estrategia que estamos aplicando. En 2019 se avanzó mucho en definir una política económica en beneficio de la mayoría de los mexicanos”.

Las palabras de López Obrador pueden tener validez en el discurso, en la realidad no. En 2019, por primera en la historia, la economía mexicana tuvo un comportamiento negativo sin que haya choques financieros o económicos globales que afecten al país.

En 2019, la economía mexicana registró por primera vez en 30 años, un crecimiento cero en el Producto Interno Bruto (PIB). Del crecimiento original de 2.4%, que habría generado un valor agregado de 29 mil 400 millones de dólares no quedó nada.

El principal obstáculo para la economía fue la ya recurrente curva de aprendizaje de un nuevo gobierno. Aunque hay que recordar que antes de que López Obrador asumiera el cargo, en diciembre de 2018, el banco inglés Barclays comentó que podría ser la primera vez en la historia, después de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), que en el primer ejercicio de López Obrador se haría una correcta aplicación del gasto público por su experiencia y la conformación de gabinete.

Sin embargo, en el periodo de enero a agosto de 2019, el gasto neto presupuestario registró su mayor subejercicio (gasto autorizado, pero no utilizado) por alrededor de 232 mil 100 millones de pesos (unos 11 mil 965 millones de dólares). El dato más actual, de enero a noviembre, el subejercicio fue de 149.8 mil millones de pesos. Es decir, unos siete mil 720 millones de dólares dejaron de reactivar la economía.

Pronóstico reservado

El presidente del Comité de Estrategia Pública de la Coparmex Ciudad de México, Gabriel Aguirre, comentó a ejecentral que “en 2019 el gobierno tuvo mucho dinero, pero no lo liberó para inversión pública (...). Esa falta de reacción, de conocimiento del proceso gubernamental tuvo un efecto muy negativo. Los números hablan por sí solos, crecer 0% no es positivo para el país”.

Ese millonario subejercicio que influyó en el estancamiento de la economía se reflejó en la contracción real de 1.6% en la recaudación del ISR (1.53 billones de pesos) a noviembre y una baja de 3.7% real en la captación del IVA (0.855 billones de pesos). Sin embargo, la recaudación del IEPS a gasolinas se disparó casi 58%, a casi 271 mil 100 millones de pesos. Esta situación afectó a otro de los motores de la economía, al restar poder de consumo a las familias.

Sin embargo, el impacto económico negativo en México fue dispar, explica la subdirectora de Estudios Económicos de Citibanamex, Guillermina Rodríguez. El PIB del país en 2019 disminuyó 0.1% y con ello 13 entidades tuvieron también una contracción de sus economías.

Los más afectados fueron Chiapas (con una caída de 2.6% en su PIB), Campeche (-2.9%) y Tabasco (-8.4%) por su vocación petrolera; Zacatecas (-3.6%) por la minería y resaltó el caso de Baja California Sur que en 2019 disminuyó 3.8%, aunque la caída se debe a un efecto estadístico, ya que la construcción en 2018 impulsó al PIB de esa entidad a crecer en “doble dígito” (al cierre de la edición, la información del Inegi marcaba un error, por lo cual no se pudo señalar el incremento).

Según Rodríguez, las 19 entidades que libraron el “amarrón económico” nacional fueron principalmente las ubicadas en el norte del país, que están más relacionadas al comercio exterior con Estados Unidos y, por otra parte, también por los menores impuestos (IVA e ISR) que se cobran en la zona fronteriza, el menor precio de las gasolinas y el impulso al consumo privado por el incremento salarial que se dio en esa región maquiladora.

Nuevo León fue una de las entidades con mayor actividad económica, con un incremento real de 1.6% en su PIB local, seguida de Tlaxcala (2.3%), Colima (2.3%) y Chihuahua fue la más dinámica con un crecimiento de 2.7% en 2019, según las estimaciones CitiBanamex.

El primer borrador del descalabro económico de 2019 se conocerá el próximo 30 de enero y una segunda versión revisada el 25 de febrero por parte del Inegi. Sin embargo, el desempeño del PIB estatal de 2019 se tendrá hasta diciembre de 2020.

De acuerdo con Rodríguez, la Ciudad de México, la mayor economía del país, registró un marginal crecimiento de 0.2% en 2019. Esto, dice la economista, es porque 90% de la economía capitalina es servicios y está más correlacionada al PIB nacional.

La menor actividad en la Ciudad de México se dio a pesar de que el gobierno de Claudia Sheinbaum presumió en la prensa que en la segunda mitad del año pasado captó el mayor monto de Inversión Extranjera Directa (IED) en el país. Desde el año pasado, ejecentral solicitó entrevista con la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de la Ciudad de México, sin embargo a la fecha no han dado ninguna respuesta.

La prórroga de López Obrador

A pesar de esa contracción histórica en 30 años, el presidente de la República advirtió que será hasta dentro de 12 meses cuando entregue “buenas cuentas” al pueblo. Sin embargo, especialistas consultados por este semanario ven un marginal crecimiento económico en 2020 y graves riesgos, aunque hay elementos que están ya listos para impulsar la economía en el año que ya corre.

De haber voluntad política, la economía mexicana podría crecer más de su promesa de 4.0% en la economía. Sin embargo, su interés por la mayor participación estatal en la economía exacerba al país. El ejemplo más claro de este fenómeno es la cerrazón a la inversión del capital privado en la industria energética y sus consecuencias se podría ver en 2020 si Petróleos Mexicanos (Pemex) pierde su grado de inversión por parte de otra calificadora, comentaron algunos de los entrevistados.

Para 2020, la economía mexicana deja de lado algunos factores internacionales que generaron incertidumbre y que en parte limitaron el actuar de uno de los principales motores de la economía, la inversión privada.

El 10 de diciembre se firmó el Protocolo Modificatorio del T-MEC, con lo que en enero o en los próximos meses concluirán con la incertidumbre sobre el acuerdo comercial con Estados Unidos, que inició desde junio de 2016 cuando Donald Trump, como candidato presidencial, amenazó con sacar Estados Unidos del TLCAN o NAFTA.

El 15 de enero concluirá el temor de una recesión mundial por la guerra comercial que sostuvieron las dos mayores economías del mundo: Estados Unidos y China. Ese día se firmará la Fase # 1 de un acuerdo comercial.

›Otro elemento favorable, aunque es el plan de inversión en infraestructura ya pactado con la iniciativa privada por más de 42 mil 950 millones de dólares, de los cuales el 50% se ejercerá en 2020, es la política monetaria del Banco de México (Banxico) del actual 7.25% de la Tasa de Interés Interbancaria a un día se espera concluya el año en 6.50%, es decir 75 puntos base menos.

Ese mismo nivel se registró por siete semanas desde el 30 de marzo de 2017 y el proceso restrictivo culminó en 8.25% en diciembre de 2018.

Respecto al plan de inversión en infraestructura, la directora de análisis financiero en Intercam Grupo Financiero, Alejandra Marcos, dijo que se debe de detonar un “nuevo ciclo para que impulse la inversión privada y pueda crecer en 60 mil millones de dólares anuales. Si eso se da, podríamos crecer algunos años entre 7.0 y 8.0%, pero de momento se ve difícil” ante las iniciativas del Congreso de la Unión que limitan la inversión. Un ejemplo, dijo la economista, el outsourcing.

EN CONTEXTO. De acuerdo con la agencia Standard & Poor’s, el próximo año la expansión del crédito será moderada en México debido al nulo crecimiento y al clima de incertidumbre.

Otros elementos de incertidumbre son el litigio legal entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las empresas de energía renovable por el cambio a las reglas de los Certificados de Energías Limpias (CELs) o el ya solucionado arbitraje internacional de la CFE contra empresas operadoras de siete gasoductos.

Según la economista de Intercam, será este mes o más tardar en febrero cuando el gobierno federal anuncie el plan de inversión privada en el sector energía. “Vamos a ver si cierran la puerta por completo o la abren a la inversión privada”, comentó Alejandra Marcos.

Pemex, la piedra en el zapato

El abierto rechazo al capital privado del gobierno federal al capital privado en el sector energético debe cambiar, si es que se quiere lograr la autosuficiencia energética en el 2050. Para esto, 2020 es “la última” oportunidad para que Congreso de la Unión elaboré una ley que tenga un proyecto transexenal para que, gane quién gane las elecciones intermedias de 2021 o las presidenciales de 2024, no se pueda modificar, comentó el consultor privado en energía Ramsés Pech.

Así, el menor costo del dinero y con un T-MEC en operación, en teoría se reactivará la Inversión Extranjera Directa y la local a México. De entrada, para 2020, el subsecretario de Minería, de la Secretaría de Economía, Francisco Quiroga, contempla un incremento de 100% en la inversión (nacional e extranjera) en la industria para concluir 2020 con unos ocho mil millones de dólares, el doble de los cuatro mil millones de 2019.

Quiroga también explicó a ejecentral que además de la promoción del sector minero, “también estamos analizando las grandes megatendencias en donde el escenario es de cambios exponenciales como por ejemplo la electromovilidad, en la cual la minería mexicana por su potencial será parte de la transición energética porque es necesaria para la construcción de las celdas solares y la conducción electricidad. El litio para la construcción de baterías de vehículos eléctricos, junto con el níquel, el estaño, todos esos productos son parte de la nueva forma de hacer energía”.

A diferencia de lo que hace el equipo de Graciela Márquez Colín, titular de la Secretaría de Economía, la gente de Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, no promueve la inversión privada en su sector. Lo más preocupante es la potencial pérdida del grado de inversión de Pemex, situación que se agrava por la disminución del valor de las exportaciones por el alto contenido de azufre en el petróleo y la prohibición de la comercialización de combustóleo, también por cuestiones ambientales.

“En México se están invirtiendo 60 mil millones de dólares entre privados y el gobierno, pero lo que se necesita que la administración pública invierta 50 mil millones de dólares entre Pemex y la CFE. Los otros 70 mil millones de dólares deben ser de la iniciativa privada para lograr la autosuficiencia. Más allá del discurso (de limitar la entrada al capital privado), lo importante es que exista una ley a través de un plan para que cualquier administración que llegue, no pueda cambiarlo”, advirtió Pech.