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Fuerzas de seguridad de la India rescataron a 87 menores de 14 años y a 25 adolescentes de un taller de fabricación de pulseras, donde trabajaban en “condiciones infrahumanas"; sus padres los vendían a los traficantes como mano de obra.
El rescate se hizo durante una redada en la localidad de Hyderabad; la policía local encontró a los menores “hacinados en pequeñas habitaciones donde trabajaban y dormían”, afirmó el subcomisario V. Satyanarayana.
En cada uno de estos cuartos, entre 10 y 15 niños fabricaban pulseras, con una jornada laboral que comenzaba desde las primeras horas de la mañana y finalizaba hasta la media noche, aseguró el agente. Además precisó que debido a las condiciones en que vivían, muchos manifestaban problemas respiratorios y daños en la piel.
Durante este operativo, fueron arrestadas además ocho personas, vinculadas al caso.
Los niños, de familias pobres, procedían del estado septentrional de Bihar, donde los traficantes convencieron a sus padres de enviarlos con ellos a cambio de dinero, que osciló entre entre las 5 mil y las 10 mil rupias (entre 70-140 euros).
El sábado, también en Hyderabad, 216 menores, algunos de solo seis años, fueron encontrados por la Policía en otro taller donde trabajan en la elaboración de pulseras, objetos de cuero y otros productos en condiciones insalubres. En esta ocasión, fueron detenidas al menos una decena de personas que habían pagado a los padres de los menores unas 20 mil (unos 280 euros).
Con unos 50 millones de niños trabajadores, la India es el país del mundo con mayor incidencia de empleo infantil, una cifra que se redujo en diez millones durante los últimos años, según la organización no gubernamental Bachpan Bachao Andolan (Movimiento para Salvar la Infancia), cuyo fundador, Kailash Satyarthi, recibió el premio Nobel de la Paz de 2014 compartido con la joven paquistaní Malala Yousafzai.
EFE