A las palabras de advertencia de Narro, oídos sordos

Llevaba semanas el rector de la UNAM, José Narro, advirtiendo al gobierno federal que los conflictos sociales iban a terminan contaminando a la principal universidad de México. Muchas sonrisas y palabras reconfortantes, pero al final de cuentas, oídos sordos. Uno de los temas que Narro había venido señalando es sobre lo que es territorio libre, totalmente independiente de todo, en la ciudad de México, el auditorio Ernesto “Che” Guevara, junto a la Facultad de Filosofía y cerca de la Rectoría. No le hicieron caso entonces, ni últimamente, y este fin de semana, lo que había anticipado empezó: la agitación en Ciudad Universitaria a partir de las acciones violentas de personas que salieron de ese auditorio, tomaron tiendas en la periferia, incendiaron vehículos, se enfrentaron con la policía y, también, con estudiantes, que pidieron defender la autonomía universitaria, pero sin capuchas.