Los dos municipios más pobres del México recibieron un extra, 12 millones de pesos. La prioridad: agua, luz y salud para alrededor de 2 mil 600 personas, es decir, poco más de 9 mil 800 pesos para cada uno de los habitantes.
Construiremos una represa, reconoce el presidente municipal de Santa María Zaniza, Manuel Cristóbal Vázquez, porque “no tenemos yacimientos, nada más cuando llueve, captar esa agua para de ahí bombearla al pueblo”.
Pero no es la única carencia. El 99% de los mil 200 habitantes que tiene este municipio, considerado el más pobre del país por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), no tienen oportunidades de empleo, por lo que tienen que ir a otras ciudades a trabajar.
La mayoría vende artesanías que realizan en sus comunidades, pero también le “entran” a la construcción, al campo y a lo que se les ofrezca.
El presidente Andrés Manuel López Obrador entregó, la mañana de este lunes, el recurso a Manuel Cristóbal Vázquez y Alberto Adelfo Martínez Estrada, presidentes municipales de Santa María y Santos Reyes, respectivamente.
Los caminos son otro problema de estas comunidades oaxaqueñas. Más de 280 kilómetros los separan de la capital del estado, lo que complica que los pobladores accedan a servicios básicos, como el de salud.
Desde hace dos meses, detalló el presidente López Obrador, se implementó un proyecto de construcción de carreteras de concreto,” sin contratistas, sin grandes maquinarias, sólo con revolvedoras y la mano de obra de los mismos pobladores”, lo que genera que el recurso se mantenga en la comunidad.
Ya han avanzado más de tres kilómetros en la obra, celebra Cristóbal Vázquez. El tener una carretera facilitará el traslado a otras comunidades y hasta a Oaxaca.
En este poblado de cerca de 218 hogares, la falta de electricidad dificulta la educación, el acceso a la salud y a la comunicación. Como señala Manuel Cristóbal, él se enteró de que fueron acreedores al beneficio por los medios de comunicación, pero cuando se trasladó a otra ciudad.
Desde su llegada a la Presidencia de México, López Obrador se comprometió a vender vehículos de lujo, aeronaves, propiedades y joyas, que eran utilizadas por altos funcionarios o que fueron decomisadas al crimen organizado y a gobernantes corruptos.
El pasado 26 de mayo, en el Complejo Cultural Los Pinos, se realizó una subasta de autos confiscados por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) y se obtuvieron poco más de 28 millones. Se repartieron entre estos dos municipios.
La próxima semana se realizará una subasta de propiedades y terrenos, y lo recaudado se destinará a comunidades marginadas de la Montaña de Guerrero, que también sufre precariedades, como estos municipios oaxaqueños.