En el enfrentamiento ocurrido la tarde del domingo entre un grupo de centroamericanos de la segunda caravana migrante y agentes de la Policía Federal en la frontera con Guatemala, se detectó que algunos migrantes portaban armas de fuego y bombas molotov, informó Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación. En un mensaje a medios, el gobierno de México rechazó y condenó el uso de la violencia física o xenófoba ocurrida en el puente Rodolfo Robles de Ciudad Hidalgo y Tecún Umán, cuando migrantes intentaron ingresar violentamente al país rompiendo la reja que divide a ambos países y agrediendo con petardos, botellas de vidrio y bombas molotov a agentes desarmados. Sin embargo, también se reportó que un migrante de 26 años, identificado como Henry Adalid Díaz Reyes, originario de Tegucigalpa, Honduras, murió tras el enfrentamiento con los agentes federales. El Cuerpo Voluntario de Bomberos de Guatemala informó que la víctima perdió la vida por un golpe cortocontundente, a parecer producido por una bala de goma. El titular de la Segob no se refirió al tema en su mensaje. El titular de la política interna agregó que México ha compartido información con los gobiernos de Guatemala y Honduras para que los agresores sean detenidos y puestos a disposición de las autoridades correspondientes, Y reiteró que en México no se criminaliza la migración no documentada. Al fijar el posicionamiento del gobierno federal, Navarrete Prida dejó en claro que los migrantes solo pueden ingresar al país documentando su estancia y respetando las leyes establecidas.
La única vía para el ingreso es el cumplimiento de las leyes migratorias. La condición es sencilla documentar su estancia en México y respetar nuestras leyes”, aseguró el encargado de la política interna y aseguró que esa violencia “es la antítesis de nuestras instituciones y vida democrática”.
Indicó que en los hechos violentos ocurridos este domingo, los policías mexicanos no portaban armas de fuego ni de plástico, mientras que algunos de los agresores sí, además de bombas molotov. En un primer momento, la Policía Nacional de Guatemala intentó cortar el paso a la segunda Caravana Migrante, sin embargo terminaron replegándose y fue cuando los centroamericanos rompieron la valla de seguridad que divide a ambos países, con un saldo preliminar de 10 policías heridos. Alrededor de las 15:35 horas del centro de México, un grupo de migrantes lanzó piedras al otro lado de la frontera ante los obstáculos para ingresar. Una hora después, los migrantes derribaron parcialmente la valla de la frontera mexicana y continuaron lanzando rocas. Elementos de la PF se enfrentaron con migrantes centroamericanos en el Puente Internacional. En respuesta, a los ataques con piedras, las autoridades mexicanas dispararon balas de goma y gas lacrimógeno, lo que dejó a varios migrantes lesionados. EC
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