¿Por qué ha crecido el crimen?

19 de Abril de 2024

Jose Luis Camacho
Jose Luis Camacho

¿Por qué ha crecido el crimen?

No hay duda de que el problema de la inseguridad y el crecimiento de la violencia es el que más afecta y más preocupación genera entre los mexicanos de todos los niveles sociales. Quienes se han acercado al problema y lo han estudiado más allá del mero análisis estadístico configuran una problemática compleja en la que se mezclan desde los intereses de grandes y cada vez más diversificadas organizaciones criminales, hasta comportamientos y conductas sociales e individuales patológicos y culturalmente difíciles de delinear. Adicionalmente, el problema se complica con los impresionantes niveles de impunidad e incapacidad de órganos y servidores públicos involucrados en la procuración e impartición de justicia, así como un marco regulatorio y de control sumamente laxo e inoperante para controlar armas, municiones y otros elementos que la delincuencia y la violencia requieren. Si a ello agregamos las múltiples manifestaciones socioculturales que exaltan la violencia y que alientan la actividad delictiva y la falta de una educación cívica que promueva valores dirigidos a fomentar una convivencia social pacífica, tenemos una mezcla aterradora, porque nos muestra las múltiples facetas del problema y la complejidad de enfrentarlas. El caso de los feminicidios nos ayuda a entender la vastedad de esta problemática: muchos homicidios en contra de mujeres tienen como agresor a la pareja sentimental o familiares cercanos de la víctima. Ante la cantidad de casos, impresiona que los que han dado con el culpable y se han enjuiciado representan una cantidad mínima. Muchos casos empiezan por la desaparición de la víctima y en muchos casos los cadáveres son descubiertos en fosas clandestinas. Algunos de los casos que se han aclarado, dan cuenta de horrorosos métodos de tortura y de sacrificio de las víctimas, y aún más escalofriante revelan que el o los homicidas aparentaban ser personas comunes y corrientes. Lo paradójico es que vivimos una época en la que suponemos que comportamientos machistas y de degradación de la mujer son cada vez menores. Entonces, ¿qué está pasando?, ¿por qué crece el número de feminicidios?, ¿son todos los casos producto de delitos asociados con trata o con prostitución? El tejido social está deteriorado: familias enteras están inmersas en actividades criminales o al menos al margen de la ley y miles más viven en un clima de inseguridad permanente. Hoy la confianza en los otros está en niveles deplorables y ya ni siquiera hay certeza de que el marco jurídico y la intervención de la autoridad podrán mantenernos a salvo de los efectos de la inseguridad y la violencia. Ante esta realidad, el gobierno en su conjunto no ha definido una política pública efectiva, que permita la reconstrucción del tejido social y cese de una vez por todas esa ilusión de riqueza criminal que crece a pasos agigantados entre la población a costa de nuestros jóvenes. Es momento de alcanzar nuevos consensos y fortalecer la cultura de valores y principios cuya ausencia ha permitido que el crimen engrose sus filas. Es tiempo.

@jlcamachov