La Arquidiócesis de México señaló que, a un año de los sismos de septiembre de 2017, hay muchas comunidades en los estados afectados que han sido abandonadas, por lo que urgió a la sociedad a seguir colaborando a fin de que los afectados no sean olvidados.
“Muchas de las comunidades periféricas y con mayores necesidades, tanto de Puebla y Oaxaca, como de Morelos, Chiapas, Tabasco y la Ciudad de México, muestran un escenario que sigue siendo una fotografía de aquellos días”, expuso en la editorial ‘Mantengamos el puño en alto’.
La Iglesia manifestó que ‘tal parece que en esas zonas el terremoto se hubiera registrado ayer y continuara la fase de emergencia’, debido a que la ayuda de la ciudadanía ha ido disminuyendo de manera paulatina e indicó que el recuerdo de los sismos continuará mientras no se atiendan todas la necesidades de los afectados.
Los sismos de septiembre se seguirán sintiendo mientras no se levante el último escombro, mientras siga una sola familia viviendo en un campamento improvisado, mientras haya un grupo de niños tomando clases bajo árboles o carpas, y mientras continúe habiendo hambre o escasez de agua en la comunidad más alejada”, afirmó.
En ese sentido, la Arquidiócesis llamó al Gobierno, a las organizaciones sociales y a la sociedad en general a seguir trabajando por la reconstrucción.
¡No bajemos el puño que levantamos alto, muy alto, hace un año!”, indicó en el texto.