MARÍA IDALIA GÓMEZ | @gosimai
Una de las cinco personas asesinadas en la colonia Narvarte, ciudad de México, es el fotoperiodista Rubén Espinosa. Era corresponsal de la agencia Cuartoscuro y del semanario Proceso.
La Procuraduría General de la República inició una acta circunstanciada; la Procuraduría del DF investiga el múltiple asesinato.
En Veracruz, compañeros de trabajo y amigos del periodista protestaron este sábado en la Plaza Lerdo, Xalapa, Veracruz, para exigir justicia por el homicidio. Colocaron veladoras y pancartas con leyendas como “Rubén Espinosa, justicia para los periodistas asesinados”.
La Secretaría de Gobernación tenía abierto un expediente por las amenazas en su contra; la primera data de septiembre de 2013 por su cobertura a una marcha en la entidad que gobierna el priista Javier Duarte, desde entonces las autoridades fueron registrando el acoso hasta las últimas que lo obligaron a abandonar Veracruz y lo convertieron en un periodista desplazado para refugirse en la ciudad de México.
De acuerdo con los primeros reportes, Espinosa llevaba 24 horas desaparecido y esta situación fue dada a conocer a petición de sus familiares.
La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que el resultado de las primeras investigaciones arrojó que tres de las mujeres halladas residían en el departamento donde ocurrieron los hechos.
El gremio periodístico y organizaciones convocaron a una concentración en el Ángel de la Independencia en el Distrito Federal este domingo a las 16:00 horas.
Vivió durante ocho años en Veracruz donde trabajó como periodista; en junio pasado, se autoexilió tras denunciar que sujetos desconocidos lo siguieron y acosaron durante sus actividades diarias.
Un día antes de abandonar Veracruz encabezó el acto oficial donde se volvió a colocar una placa en honor a Regina Martínez, periodista asesinada el 28 de abril de 2012 en el mismo estado. Rubén dejó su hogar porque temía por su integridad física.
En esa entidad se han documentado 37 casos de desplazamiento forzoso y es el más peligrosos para ejercer el periodismo ya que se han registrado al menos 17 periodistas asesinados desde 2000, de los cuales, 12 se ocurrieron durante el gobierno de Duarte.