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Esteban Santiago Ruiz, un militar veterano de Irak sospechoso del tiroteo en el aeropuerto Fort Lauderdale en Florida, llegó hasta la terminal solo para realizar “este horrible ataque”, afirmó el agente de la FBI en Miami, George Piro.
Un día después de la masacre, que dejó cinco muertos y ocho heridos en la sección de equipaje de la terminal 2 del aeropuerto, las autoridades investigan los motivos que llevaron a Santiago Ruiz, de 26 años, a realizar el ataque.
“No hemos identificado ningún motivo que haya ocasionado el ataque”, dijo en rueda de prensa el agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), quien precisó que se han realizado más de 175 entrevistas con testigos.
Las autoridades “continúan viendo el ángulo del terrorismo” como posible motivo del ataque con una pistola de 9 milímetros semiautomática, confiscada por las autoridades.
“No hemos descartado nada, seguimos buscando en todas las pistas todos los motivos”, subrayó Piro.
El viernes después del mediodía, Santiago Ruiz, nacido en Nueva Jersey de origen puertorriqueño, fue a la zona de equipaje del aeropuerto y recogió solo una caja en la que llevaba una pistola, según las autoridades.
Santiago Ruiz, quien hace unos meses reportó una evaluación mental después de una extraña visita a una oficina del FBI en Alaska, habría sacado el arma de la caja, ido al baño, cargado la pistola y salido disparando contra otros pasajeros que esperaban recoger su equipaje.
Autoridades informaron que el sospechoso viajó de Anchorage, Alaska, a St Paul, Minneapolis, el jueves, y un día después llegó al aeropuerto de Fort Lauderdale-Hollywood, Florida, en donde perpetró la masacre.
Tras disparar el arma, Santiago Ruiz no se resistió al arresto, dijo el alguacil del Condado Broward, Scott Israel.
Alaska también es el estado de su última asignación militar, y fue allí miembro de la Guardia Nacional de noviembre de 2014 a agosto pasado, cuando fue dado de baja por su bajo desempeño, según una fuente militar.
En noviembre pasado, visitó la oficina de la FBI en Anchorage, y dijo a los oficiales que se vio obligado a luchar por el grupo yihadista Estado Islámico, dijeron fuentes oficiales a la cadena CBS.
El hombre afirmó entonces que “escuchaba voces” y que era difícil ajustarse a la vida civil después de servir en el extranjero, según esa versión.
También se convirtió en padre por primera vez el año pasado y luchaba por cuidar a su hijo, cuando a veces no podía cuidar de sí mismo.
Piro dijo que entonces, Santiago Ruiz fue entregado a las autoridades locales y de manera voluntaria se sometió a una evaluación de salud mental.
Fuentes militares dijeron que los nueve años de servicio de Santiago Ruiz en la Guardia Nacional incluyeron una gira de 10 meses por Irak, donde recibió una condecoración de combate.
Bryan Santiago dijo que su hermano Esteban había estado recibiendo tratamiento psicológico mientras vivía en Alaska, mientras que su tía María Ruiz indicó desde Nueva Jersey a la cadena Telemundo que identificó el nombre de su sobrino en televisión y “no lo podía creer”.
Aseguró que la familia en Puerto Rico y ellos están “devastados”.
El aeropuerto de Fort Lauderdale, que mueve 24 millones de pasajeros al año, era un caos el viernes, tras el tiroteo.
Unos 10 mil pasajeros tuvieron que ser llevados a otras terminales aéreas en autobuses, mientras que unas 20 mil maletas y objetos personales fueron abandonados durante la evacuación de la terminal.
Este sábado, la terminal 2 del aeropuerto, donde se registró el ataque, sigue cerrada, y la terminal aérea funciona al 85 por ciento de su capacidad, dijo en rueda de prensa Mark Gale, director del aeropuerto.