Caras de lo inverosímil

20 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Caras de lo inverosímil

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La capacidad de pensar lo inverosímil parece haber sido desbordada por la realidad.

Con el precio por barril de petróleo mexicano debajo de los 55 dólares, el regreso de la impredecibilidad del comportamiento cambiario, la ausencia de respuesta al asunto de aquella Casa Blanca de las Lomas y la agudización del tema de Ayotzinapa, el asombro ante lo inverosímil tendría que dar paso a la disposición a entender que el país requiere liderazgos nuevos, unitarios, presentables y atractivos.

¿De dónde surgirán?

La única probabilidad existe en agotar la profundización de las perspectivas que, con mayor o menor equilibrio, más o menos catastrofistas, en la medida de su cercanía con espacios de poder o de su proximidad con movimientos sociales nuevos o renovados, reconstituyan la posibilidad de un centro convergente.

En él, son indispensables respuestas específicas y creíbles sobre ausencia de justicia, inseguridad, impunidad y corrupción.

Para algunos, el nombre de Andrés Manuel López Obrador parece resurgir aunque sin consenso y a pesar de las élites de los partidos y de los articulistas que más desayunan con sus integrantes. El tema es la percepcon global de la corrupción mexicana. La inverosímil probabilidad, hasta hace tres meses, era que el tabasqueño tomara esa bandera.

Al mismo tiempo no existe ninguna probabilidad de éxito de su renacimiento político sin coaliciones de movimientos y partidos, incluidos el PRD y aquellos que son considerados como rémoras del perredismo. Aún las mejores combinaciones a las que apuesta AMLO ahora no pueden evadir que el deterioro del PRI no podrá ser tan agudo que no lo pueda resolver con una coalición con el Partido Verde, lo que sobreviva del PANAL y lo que parece ser atraído a la órbita del prisma hidalguense en el segmento del recién nacido Partido Humanista.

Es igualmente inverosímil que la crisis estructural sea extendida ante nuestros ojos junto a la caída inicial de las expectativas en que se asociaba la reforma energética con la caída misma del precio del petróleo.

La incipiente debacle de la perspectiva de negocios en el ámbito internacional, como un monstruo sobre otro, se encarama en la tendencia previa de inequidad del ingreso, ausencia de generación suficiente de empleo en salario, formalidad y dignidad apropiada y el vínculo de esas condiciones con el incremento de la inseguridad.

Es inquietante que se piense que el fin de año, se convierta en una variable central en la deseada desmovilización que anhelan actores desde una autoridad que no alcanza a generar la narrativa donde se inscriban respuestas, propuestas, acciones y liderazgos creíbles.

Las diversas caras de lo inverosímil comienzan a ser desbordadas por la compleja realidad y el temor de enfrentarla. Todos esperan autoridad ética o liderazgo pragmático.

Proveerán respuesta las fuerzas convencionales o las oposiciones previsibles. El resto de la sociedad tampoco ha generado la claridad que todos esperan.