Pensar en propósitos es una tarea difícil. Ahora, es más complicado tratar de comerte las doce uvas a tiempo y casi imposible cumplirlos todo o darles seguimiento.
Esto sucede porque generalmente son muy abiertos con metas no tan claras como por ejemplo bajar de peso, hacer ejercicio o ahorrar dinero. Lo único que logra esto es que al bajar medio kilo, salir dos días a correr y ahorrar 200 pesos en Enero, sientes que ya cumpliste.
Por eso este año decidí enfocarme en solamente 2, que además les puedo compartir porque en una de esas, vale la pena que los apliquen.
- Leer un libro al mes. Sé que muchos lo intentan y fracasan pero a pesar de eso, vale la pena. Creo la clave es no seleccionar libros muy grandes de arranque o con temas densos como podrían ser Don Quijote de Cervantes o Crimen y Castigo de Dostoievski. La idea es empezar con algo más sencillo. Algún libro que te sea útil para el trabajo, una novela que siempre has querido leer o una recomendación de algún amigo.
Una buena manera de seleccionar los libros es con una lista o Wish List en Amazon México, agregando libros que te recomendaron o que escuchaste que son buenos y buscando listas en internet como “los mejores libros del 2016” o “Libros que tienen que leer antes de morir” para tener diversas opciones y poder comprarlos de manera fácil.
En mi caso empezaré con Sprint, un libro escrito por socios de Google Ventures, el cual espero contenga aspectos que pueda aplicar en mi trabajo. El libro tiene 303 páginas y si lo pienso leer en un mes, tendré que leer un promedio de 10 páginas al día para terminarlo. Esto me presiona a que si un día no puedo leer por alguna razón, sabré la cantidad de páginas que tendría que leer el siguiente día para ponerme al corriente.
- Aprender a tocar un instrumento. La música es una parte fundamental en la vida de todos ya que es muy difícil que pase un día sin que escuchemos una canción o una tonada que marque un momento o nos remita a un recuerdo. Pero tocar un instrumento tiene unos beneficios que van más allá de los sentimientos. Está comprobado que tocar uno de forma habitual mejora la memoria y la inteligencia, reduce la ansiedad y el estrés y hasta puede llegar a fortalecer el sistema inmunológico.
Para averiguar qué instrumento tocar, te puede servir el siguiente ejercicio: Escucha una de las canciones que más te gusten y cada vez que lo hagas, trata de seguir un instrumento como la batería golpeando una superficie o la guitarra simulando las notas con tus dedos como si tuvieras una entre las manos. Esto ayuda a darte cuenta cual es al que más le habías puesto atención de manera inconsciente (generalmente el que mejor puedes seguir con algo de ritmo) y probablemente el que sería más fácil de aprender.
Analiza detalles como el lugar donde practicarías y en qué horario lo harías. Yo por ejemplo en algún momento pensé en la batería, pero no tengo espacio en mi casa para semejante instrumento y se que no sería una gran idea con 2 niñas pequeñas. Al final, me fui por la guitarra, simplemente por la facilidad de conseguir una prestada o comprar alguna barata y porque tengo un amigo que está dispuesto a enseñarme.
Piensa en esto: si no llegas a leer un libro al mes pero intentas leer uno tras otro, el simple hecho de cumplir con la mitad del reto implica que vas a leer por lo menos 6 libros este año.
Y si tocar un instrumento no fue lo tuyo, siempre puedes explorar otras opciones que tengan un nivel de exigencia similar. Por ejemplo, una habilidad que siempre quisiste aprender como un nuevo idioma, cocinar, pintar, escribir o construir un mueble. En sitios como Skillshare.com puedes escoger un tema y revisar un par de videos para ver si es lo tuyo, antes de desembolsar una lana en clases particulares.
Listo. Mucha suerte y a romperla en este 2017.