Juuling o Vaping: una tendencia adictiva

19 de Abril de 2024

Eduardo Penafiel

Juuling o Vaping: una tendencia adictiva

Eduardo Penafiel

Aunque hace poco más de una década los cigarros electrónicos ya gozaban de cierta popularidad, su verdadero salto a la fama se dio hace dos años, cuando evolucionaron a plumas de vapor y el uso explotó alrededor del mundo, especialmente entre estudiantes de secundaria y preparatoria en Estados Unidos.

La moda del Vaping es tan popular que las autoridades en Estados Unidos han expresado públicamente su preocupación, al grado de clasificar a esta nueva tendencia como una adicción. Se estima que nada más en en ese país, el 20% de los estudiantes de preparatoria (unos 3 millones de jóvenes entre los 15 y 18 años) utilizan cigarros electrónicos de forma cotidiana, lo que representa un aumento del 11% con respecto al año anterior.

Uno de los culpables que tiene muy inquietos a los padres de familia y a las autoridades, se llama Juul. Para entender la dimensión y la importancia de esta marca, Juul domina casi tres cuartas partes del mercado en Estados Unidos y hace apenas unas semanas, la FDA (Federal Drug Administration) realizó un operativo sorpresa en las instalaciones de la compañía en San Francisco, incautando documentos para conocer las prácticas y procesos de la marca.

El gran problema es el siguiente: la mayoría de los jóvenes piensan que los cigarros electrónicos no contienen nicotina, pero en el caso de Juul y otras marcas populares de plumas de vapor, uno de los principales ingredientes es la nicotina. Esto obligó a la FDA a establecer un plazo de 60 días para que Juul y las demás marcas presentaran propuestas sólidas para prevenir el consumo de estos dispositivos entre los jóvenes.

Pero ¿Son tan dañinos estos dispositivos como los cigarros normales? Para responder la pregunta, es importante entender cómo funcionan. Con un cigarro normal, el tabaco se quema y el humo es inhalado. Con un dispositivo electrónico como el Juul el cartucho se calienta para soltar un aerosol que, en forma de vapor, es inhalado. De ahí su denominación de pluma de vapor o “vape pen”. El problema es que la gente asume que este aerosol es como vapor de agua y que por lo tanto no es dañino, cuando la realidad es que este aerosol además de nicotina contiene partículas tóxicas que causan problemas respiratorios e incluso han sido asociadas con cáncer.

La respuesta a la pregunta es sí. Los dispositivos alimentados con cartuchos son igual de dañinos que los cigarros porque cada cartucho tiene una vida de 200 golpes o fumadas, lo que equivale a la cantidad de nicotina que contiene una cajetilla de cigarros. Y por más que los disfracen con sabores naturales y con mensajes comunicando que son amigables con el medio ambiente al no producir ceniza y olor, hacen daño.

Al entrar a la página de internet de Juul, ya se observan varios mensajes de advertencia, ligas para recibir más información y la explicación de un programa para la prevención de adicciones entre los jóvenes, iniciativa creada y fondeada por la propia marca.

Hoy la moda del Vaping o Juuling se está propagando con gran fuerza y velocidad a otros países, infiltrándose sobretodo en jóvenes, lo que hace que las autoridades comiencen a tratar de regular a las compañías que venden este tipo de productos. Pero mientras se crean, modifican y aprueban nuevas leyes y legislaciones alrededor de la industria, empresas como Juul siguen vendiendo millones de plumas de vapor a tal grado que hace unos meses la empresa fue valuada en 15 billones de dólares.

Lo importante es no dejarse engañar por este tipo de dispositivos que al final, aunque se anuncian como una alternativa a los cigarros, no son una opción más sana. Siendo exfumador, de lo que estoy seguro es de una cosa: para dejar de fumar, lo mejor es no depender de algo que se inhale y suelte cualquier tipo de humo.