La mejor manera de resolver una duda o informarse de forma adecuada es preguntando, aunque la respuesta debe de tener fundamento y ser la correcta para que el ciclo se cumpla. Pero otra cosa muy diferente es consultar, porque al hacerlo lo que se pide no es una simple respuesta de “si” o “no”, sino llegar a un consenso o a una mayoría para tomar la mejor decisión.
Para algo tan complejo como la construcción de un nuevo aeropuerto y las implicaciones que conlleva, preguntarle o consultar a la población es algo muy delicado. La razón principal es que existen tantos elementos y temas alrededor de este proyecto que participar en una consulta, sería un acto irresponsable sin haberse informado muy bien acerca del tema.
Lo que me tiene un poco confundido en este momento es por qué el siguiente gobierno cree que lo mejor sería preguntarle a la sociedad si quieren un nuevo aeropuerto o si sería conveniente clausurar la obra actual, cuando los argumentos que se vienen manejando hace tiempo relacionados con la corrupción, el impacto ambiental real y la viabilidad siguen siendo meras suposiciones.
También me cuesta trabajo pensar que una empresa con la experiencia y el tamaño de Foster and Partners, quienes se han encargado de la construcción del Aeropuerto de Londres, China y Beijing además de estaciones de metro, terminales para cruceros y centrales de trenes, no haya estudiado en su momento el impacto económico y socio ambiental de una de sus obras más importantes.
Lo interesante de este escenario es el efecto que tuvo la decisión de realizar una consulta para este tema, en donde la mayoría de la población parece estar en su mayoría más confundida que convencida que este es el camino a seguir. En un país en donde siete de cada diez habitantes nunca se han subido a un avión, parecería lógico que la decisión de la consulta resultara en la cancelación de la obra. Eso no sería un problema de no ser porque ambos resultados esperados en la consulta que se propone contemplan un nuevo aeropuerto.
Pero tal vez el elemento que más traiciona esta consulta ciudadana es que parte del discurso de la campaña de nuestro próximo presidente fue en un principio, amenazar con revisar los contratos y frenar la obra. Pero conformé avanzó la campaña, creció la propuesta de construir uno menos costoso sobre la Base Militar 1 que hasta hoy, no se ha podido demostrar su viabilidad.
A pesar de esto, la mayoría prefiere darle el beneficio de la duda al próximo presidente y con el afán de demostrar su apoyo, participar en una consulta sin la información suficiente y sin comprender realmente lo que su decisión implicaría.
Lo más decepcionante es que el gobierno que aún sigue en el poder, se lavó las manos hace mucho tiempo. La evidencia más clara fue la demostrada en la transición presidencial que comenzó formalmente este lunes, en donde por parte de nuestro presidente solamente se escucharon formalidades, salidas fáciles a preguntas complicadas para no meterse en problemas, lo que ha sido su costumbre durante todo este mandato.
Más que una acción en pro de nuestro país, esta consulta parece ser una válvula de escape para un movimiento que post elecciones, parece muy poco preparado para ejercitar un estilo de gobierno que viene presumiendo durante años.
Realmente espero que este nuevo gobierno y su forma de trabajar aporte más cosas buenas que malas, pero esta consulta no parece ser un buen arranque. Ojalá yo esté muy equivocado y que esta sea la acción o por lo menos una de las acciones que me abra los ojos y me logre convencer que este es el comienzo de esa gran transformación que necesita este país. Esa transformación de la que tanto me han hablado…