Anaya, un inocente bebé… comparado con Alfaro

24 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Anaya, un inocente bebé… comparado con Alfaro

salvador guerrero

Contra la ley, Enrique Alfaro, presidente municipal con licencia de Guadalajara y candidato de MC a la gubernatura de Jalisco, no presenta ni las más elementales sábanas de administración de ese municipio y capital desde diciembre de 2017.

La autoridad auditora, por su parte, temerosa como buena parte de la administración pública local, ni siquiera ha multado al municipio como era su obligación al menos desde marzo de este 2018.

De la misma manera, en un caso consolidado que obligaría a una caída inmediata de su candidatura a la reelección de Zapopan, un miembro del equipo de Alfaro, Pablo Lemus, es corresponsable por daño al erario por mil 280 millones de pesos, solamente durante un cuatrienio de su ejercicio.

Los de Lemus son cargos consolidados, esto es, son determinaciones de la Auditoria Superior de Jalisco que lo obligan a restituir esa fabulosa suma al presupuesto de la capital económica jalisciense donde él ha sido y sigue siendo el líder de una COPARMEX domesticada de acuerdo a los intereses de Movimiento Ciudadano y en consonancia con la auto-asumida indefensión de un buen número de empresarios que prefiere contemporizar con Alfaro que actuar de acuerdo a principios de anticorrupción, especialmente en el área de obra pública y construcción de inmuebles para uso habitacional con espacios públicos cedidos con ventajas indebidas a particulares.

El alarmismo es una forma de depredación política y económica.

El plan de MC es ganar la gubernatura para “limpiar sus cuentas”, como lo declaró asertivamente ayer el abogado Juan Soltero, coordinador de campaña del candidato a gobernador Carlos Lomelí, durante una conferencia de prensa en el Senado de la República.

Alfaro buscar construir con ciertos políticos del norte y centro del país la plataforma de su candidatura hipotética a la Presidencia de la República presentándose ante quienes quieran creerle como una especie de adalid anti morenista.

Alfaro y Lemus son dos ejemplos de una corrupción mayúscula -tan frecuente y generalizada en municipios mexicanos- que hace ver a la atribuida a Ricardo Anaya como un pequeño que se ha robado un caramelo.

Alfaro y su grupo político son veinte veces más dañinos a la administración pública que Anaya quien, por cierto, no asistió al cierre de campaña de Alfaro. Y son aun más dañinos que los partidos políticos tradicionales porque traicionaron una expectativa de cambio y se robaron, como al águila decimonónica de AMLO que utiliza MC, largos tramos de confianza de la ciudadanía más informada.

A este respecto, la generación y el segmento que simpatiza con Pedro Kumamoto y él mismo, muy probable futuro senador, han preferido guardar silencio, nadar de muertito en temas espinosos, por ejemplo.

Los de Guadalajara y Zapopan son dos de los 24 casos en igual número de municipios gobernados por MC donde existen irregularidades de diverso grado hasta llegar a las más señaladas que son la omisión y la ilegalidad arriba indicadas.

Pese a ello, y sin sonrojo para la comunidad de transparencia, Alfaro dice que Guadalajara es primer lugar en el tema.

La situación de Alfaro y de MC, quienes roban las propuestas, vocabularios y actitud que creen útil para su causa del abrevadero propagandístico de Andrés Manuel López Obrador, es inestable ahora y lo será seguramente más en el futuro, cualquiera que sea el resultado del próximo 1 de julio.

Por lo pronto, la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, encabezó ayer tras la conferencia en el Senado a un grupo de ciudadanos que presentó una denuncia, una más, contra la corrupción de Alfaro, ante el titular de la Auditoría Superior de la Federación en la capital del país, ante el cerco de silencio e impunidad que impera en Jalisco donde la compra de pauta es tan vergonzosa como aquella que usaba el PRI el siglo pasado. Lo hizo acompañada por Soltero y por Hugo Rodríguez, diputado local por Zapopan conocido en el estado por su compromiso con la transparencia y rendición de cuentas.