Chilangos con Delfina

25 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Chilangos con Delfina

Salvador

La guerra electoral ha iniciado con una virulencia ominosa.

Ante ella los ciudadanos que carecemos de partido y que vamos a votar, nos preparemos con información y participaremos para decidir el destino del país donde aquella aparezca: en Veracruz, en el Estado de México, en la capital del país. Ahora, en 2018.

La primera estrategia general que las fuerzas predominantes en el control del poder nacional han desplegado es tratar de asemejar la condición programática y ética a la de ellos mismos: “no somos los únicos corruptos a pesar de los ex gobernadores de nuestro partido, no somos los únicos ineficientes y no somos los protagonistas de la incompetencia administrativa”.

No hay un argumento constructivo. Iniciativas relevantes, desde las oposiciones al PRI, como el Encuentro Intermunicipal Nacional que se realizará este sábado en la capital del país apuesta a la detonación de un debate sobre políticas públicas. Las apuestas de construcción de una ciudadanía combativa son centrales y se impondrán por encima de las guerras de basura en el corto y mediano plazo.

La esencia controvertida y contradictoria de las campañas sucias, en promover todo lo negativo que pudiera ser advertido en el emisor, considerada incluso la información real que pudieran convertir en centro de la satanización, es “ellos también son como nosotros no hay duda que somos”.

El episodio de Ana Cadena es lamentable para ella misma y para quienes posibilitaron y propiciaron el arreglo de esa entrega, así como para quienes salen en apoyo del gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes y de su propósito de heredar el poder a sus hijos y contener a Morena en esa entidad.

Las páginas apócrifas contra Delfina Gómez y Josefina Vázquez Mota son reveladoras de ese episodio inicial de la cruda realidad de la disputa por el poder.

Soy parte de la ciudadanía que sostiene que no todos somos iguales y no todos los candidatos ni los partidos son iguales al partido dominante.

Por ello, a sabiendas de la importancia estratégica del Estado de México creemos que existe una oportunidad real de transformar los modos de hacer políticas públicas en la entidad donde existen más electores y donde las prácticas cuestionables de corrupción y de incompetencia administrativa deben ser interrumpidas y destruidas.

En el contexto de la competencia real la única opción es, para muchos de nosotros, construir una visión metropolitana y nacional que supere las diferencias y deficiencias partidarias, así como las frivolidades advertidas en el estado vecino y en la capital del país.

En el centro de la nación existe ahora mismo la oportunidad histórica de eliminar las resistencias político partidistas para crear esa visión metropolitana que aborde los temas centrales de seguridad, movilidad, contaminación y transparencia contra la corrupción.

Existe una población flotante, con afinidades culturales y políticas que debe convertirse en detonador del derrumbe de ese muro de corrupción e incompetencia que impide una mayor eficacia especialmente contra la inseguridad y la falta de soluciones de movilidad y transporte modernas, accesibles, incluyentes y gestionadas y contratadas sin corrupción.

Por esta percepción ahora compartida, anunciaremos la constitución de un esfuerzo ciudadano de respaldo a la maestra Delfina Gómez, a ella que es un fenómeno electoral que puede ejemplificar la dignificación de la política en el Estado de México.

Ella puede generar espacio para la recuperación de la confianza y contribuir también a definir e identificar en la práctica las capacidades reales de las fuerzas opositores.

Sabríamos con su victoria de qué es realmente capaz la oposición cuando gobierna en una situación de alternancia del poder la cual, por otro lado, ha resultado indispensable para atisbar el latrocinio de que la ciudadanía ha sido objeto. La evidencia se obtiene, nos han enseñado en estos meses, solamente cuando hay alternancia.

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