Defender el ideal en 2017

19 de Abril de 2024

Redacción ejecentral

Defender el ideal en 2017

Salvador

Nuestro comportamiento entrega al observador, siempre, más información de nosotros mismos que aquella que quisiéramos fuera conocida y que, además no corresponde con nuestra representación de “nuestro yo ideal”.

Aplica para un gobierno, universidad, medio, organización, empresa que busca que sus “misión” y “visión” sean constitutivas de su verdadero accionar registrado por sus respectivas audiencias y clientelas.

Siempre hay un “yo” o un “colectivo” ideal que no necesariamente es proyectado por su promotor.

En el caso de la vida pública del país, especialmente en una época de incertidumbre que será acentuada por la escasez de ingreso, disminución del presupuesto, ajustes a los precios de las gasolinas, revisión del acuerdo comercial con Estados Unidos, competencia incrementada por el poder entre todos los actores políticos, en todos esos casos, el mantenimiento y acercamiento al “ideal”, es relevante y no una oportunidad de renuncia “realista” ante el rigor del entorno.

Un primer deseo para 2017 es que podamos mantener balances y equilibrios útiles para solucionar nuestros problemas y compartir condiciones para un mejor debate de la vida pública y para mantener la referencia al “ideal”.

Entre esos balances recomendables está el de afinar la probabilidad de congruencia entre lo que hacemos y decimos de nosotros y de los demás.

El asesinato del embajador ruso en Turquía, como otras violencias semejantes a la padecida por la senadora Ana Guevara, física y simbólicamente, así como muchas que implican exclusión del ingreso nacional o de las oportunidades que ofrece el país en materia de educación y salud, son signo de tiempos cercanos y globales de enorme complejidad.

El comportamiento de la clase política y empresarial, así como de los informadores debería ser sujeto a una severa revisión por parte de sus propios gremios e individuos integrantes de prácticas “no ideales”.

En el Senado, la Cámara de Diputados, el gabinete, las cámaras empresariales, los liderazgos sociales o sindicales de expresión nacional, todos, deberían obligarse a entender su responsabilidad.

El año que iniciará en unos días será la oportunidad para que actores políticos capaces de articular las decepciones, los enojos, las incompetencias, se hagan del poder.

Que lo consigan, dependerá en buena medida de nuestra capacidad de comunicar o defender ante ellos, un “yo ideal”, personal y colectivo, que es capaz de reivindicarse frente a las diversas alternativas esquemáticas y puede, respecto de ellas, achicar la distancia entre normas y virtudes y con ello, entre quienes decimos ser y quienes somos a juzgar por todo aquello que comunicamos.

La confianza social requerida para el fortalecimiento de nuestros lazos comunitarios será mucho mayor en 2017.

confianzafundada.mx