¿En quiénes podemos confiar?

20 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

¿En quiénes podemos confiar?

salvador guerrero

El PAN desconfía, o dice hacerlo, del presidente Enrique Peña respecto del involucramiento del mandatario en la designación del fiscal. Seguramente el PAN en el poder nacional jamás decidió con intervención abierta, subrepticia, legal o no, del primer mandatario en situaciones semejantes, por ejemplo con los órganos autónomos.

Algo semejante ocurre con las otras oposiciones en la feria de las desconfianzas.

En los partidos es moneda común y moneda de cambio la crítica a temas y personajes de lo público sustentadas o adjetivadas burdamente. En el partido de la democracia cristiana, la suspicacia, resultado ella misma de la negativa a la apertura interna, ha sido ya motivo de una escisión estratégica.

El PRD y Morena divulgan, con todo su derecho opositor, la suspicacia en relación con el desplazamiento del directivo de la FEPADE a quien se atribuye una autonomía de criterio y una eficiencia institucional antes totalmente desconocida por ellos mismos en el individuo y en la institución y que, creo, guarda relación directa con el uso del tema para criticar, de nuevo, al presidente y exhibir a probable vinculación con el nido de interese del PRI.

Todos sabemos que en las izquierdas es posible encontrar evidencia de razones para mantener el juicio alerta, por ejemplo, respecto del predominio absoluto de ciertos liderazgos al momento de decidir candidaturas en contraste con el discurso aperturista.

En las encuestas relacionadas con la imagen institucional, el Ejército y la Marina ocupa desde hace más de una década los primeros lugares en percepción positiva.

Al mismo tiempo, una fotografía, de una serie escasa pero significativa de algunas muy controvertidas intervenciones y videos en relación con diversos sucesos, muestra a micro huachicoleros sustrayendo combustible frente a un soldado (“frente al ejército” prefiere decir Reforma).

En los medios de comunicación más prestigiados es posible identificar prácticas de participación sesgada, controlada y dirigida, así como fracturas de la ley en asuntos laborales o participación interesada para la obtención de proyectos de gobierno que incluyen los de obra pública. Los medios son, dese hace 20 años, instancias bien calificadas por la percepción pública a pesar de esos pesares.

Liderazgos y representantes de las iglesias han tenido, desde hace 20 años al menos, destacadamente con el caso de Marcial Maciel, una serie de sacudidas que hacen debatible la integridad ética que se les atribuía o se auto-adjudicaban.

Sin embargo, no dejan de estar entre los primeros lugares de aceptación y credibilidad. Algunos de sus críticos han sido señalados, sin defensa visible por cautela o por culpabilidad, por errores que harían dudar también de aspectos de su integridad.

Las universidades o las instituciones educativas más obligadas a respetar los valores de construcción comunitaria fueron sacudidas por el temblor. Algunas no respetaron ni los valores mecánicos de la ingeniería y de la calidad, por lo tanto, de la construcción.

Un colegio como el Rébsamen y el derrumbe trágico y vergonzante en el Tec de Monterrey Ciudad de México, nos indican que algo anda muy mal en lo que se les deja hacer y hacen los liderazgos educativos de quinto o de primer nivel del propio sector privado.

¿En quién confiamos?

confianzafundada.mx