Lío político constitucional en la CDMX

25 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Lío político constitucional en la CDMX

Salvador

A pesar de la retórica experta y experiencia abrumadora de Porfirio Muñoz Ledo, hoy se equivoca. La constitución no es un hecho político consumado en la capital del país.

Existen dos elementos por los cuales una constitución es consistente y representativa: está avalada por su propia coherencia interior (su dimensión de coherencia normativa) y por las fuerzas políticas efectivamente dominantes de la soberanía que se dice representar (su dimensión política cohesiva). La Constitución de la Ciudad de México parece no contener ningún de esos dos principios. La evidencia está a la vista.

En primer lugar, la consistencia interna está siendo impugnada por instancias del poder ejecutivo federal y del poder judicial local, así como por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Senado; en segundo lugar, desde el punto de vista de la representatividad real de la capacidad de poder, es cuestionada nada menos que por la fuerza política mayoritaria en la capital del país, esto es, Morena.

La respuesta del PRD, aún con el poder en la CDMX, no parece ser muy apropiada para una audiencia capitalina capaz de mayor inteligencia que la de muchos de sus liderazgos políticos formales: “no nos arrebataran de los brazos de la historia”, en la expresión, el secretario de Movilidad, Héctor Serrano, principal operador político del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera; de parte de la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales, se presenta el argumento de que hay “mucho trabajo” de expertos, que “ya se votó” y que “no se vale”; y de Manuel Granados, el Consejero Jurídico, quien presentó el primer proyecto y cuya principal intervención en defensa del resultado es el silencio.

Algunos intelectuales, vinculados consanguineamente con opciones de poder dentro del PRD, han decidido comentar con tanta cautela como discreción editorial o guardar silencio.

En vez de plantear la posibilidad de un verdadero debate capitalino, de reconocer que los legisladores que participaron en la elaboración del documento no fueron directamente electos y de eventualmente estar dispuesto a discutir aquello que es inconsistente o imperfecto a la luz de otros expertos, el PRD parece inhabilitado para encabezar el debate que socializaría claramente la utilidad y aliento del acuerdo.

La constitución que, por otra parte, no ha sido aprobada directamente por la ciudadanía capitalina, la misma que fue convocada solamente para elegir a la minoría representada en el constituyente, al ser electos solamente el 40 por ciento de sus integrantes, de los cuales solamente uno fue independiente, a pesar de no cumplir con los requisitos de elección, ello en el doble discurso de facilitar la intervención ciudadana pero impedir estructuralmente la intervención de voces distintas a las de los partidos.

No generan confianza ni la cerrazón ni la incapacidad.

confianzafundada.mx .