Tamemes para Anaya

20 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Tamemes para Anaya

salvador guerrero

La miserable visión íntima de cómo se representa el mundo Ricardo Anaya está magníficamente representada en esa imagen: siendo cargado por un integrante de su staff.

Lo sobrelleva un empleado a quien se lo exigió. De esta discutible prerrogativa goza igualmente el hijo del gobernador veracruzano Miguel Yunes Linares.

La idea no surgió de los hombres que agachados toleran el peso de Anaya y de Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo a quien el gobernador quiere heredar el poder como se lega el latifundio y los derechos de indignidad sobre los pobres de hacienda.

La ocurrencia tampoco se originó en la gritería de los asistentes a una plaza de toros que reclaman admirados homenajear al protagonista de una gran corrida en la que los triunfadores reciben la adoración del respetable.

La idea fue de los candidatos cuyo discurso es más contundente en la narrativa de su comportamiento que la hipocresía de su retórica.

En Veracruz, una entidad donde el PAN y el PRD consiguieron en 2016 que su alianza para desplazar al PRI tuviera éxito tras 8 décadas de hegemonía, luego de que la imagen y las acciones del tricolor eran sumergidas en las arenas movedizas de la corrupción generalizada, Anaya y Yunes se representan muy bien a sí mismos.

Eso es lo que piensan de empleados, subordinados, subalternos, de los menos preparados: pueden ser cargadores de sus propias personas, mulas, burros, tamemes de cuerpo entero para el señor nuestro candidato, como hacían los esclavos e hijos de campesinos de la etapa colonial y aún del siglo pasado en Chiapas con indígenas cargando a sus dueños y patrones en las espaldas con una silla amarrada y sostenida desde la frente. ¿Ahora será…por México al Frente?

Anaya dijo este lunes en Jalisco que no respalda un acuerdo cupular ni un pacto de impunidad, pero sí el voto útil contra Andrés Manuel López Obrador. El candidato de la coalición declinante, Enrique Alfaro le advierte que si se unen al PRI él se deslinda de Anaya y de las imposiciones muy cupulares del candidato queretano consolidado en un lejano segundo lugar de la contienda presidencial.

Dijo Anaya en la celebración del Día del Niño que todo el dinero que pudiera lo emplearía para respaldo de la primera infancia. Se entiende que no es para la primera infancia de los hijos de los tamemes contemporáneos que difícilmente asistirán a un kínder en Atlanta.

Las convicciones expresadas de Anaya colapsan con las acciones evidentes. Solamente respecto de su negativa verbal a los acuerdos cupulares abundan la evidencia de su propia incongruencia.

Con la enorme autoridad electoral que tiene Anaya no hay mucho que creerle: pacto de impunidad para apropiarse de la candidatura presidencial sin asambleas y consultas previas a la base del PAN o del PRD; pacto cupular para entregar a Miguel Ángel Mancera una senaduría plurinominal sin considerar la opinión de la Ciudad de México; pacto cupular intrapartido para deshacerse de Margarita Zavala; pacto del pequeño comité de campaña de su coalición electoral para buscar el “voto útil” sin que se precise programáticamente para qué es útil y con independencia de la opinión de panistas y perredistas cuya existencia es para Anaya tan irrelevante como la de quienes lo cargan en la imagen inolvidable de la actualización de la indigna esclavitud que compone esencialmente el mundo de Anaya.

Anaya quiere a José Meade de su tameme, de la misma manera que ya lo hizo del PRD. Alfaro no se dejó, todavía.

Yo soy de los ciudadanos que no cargará con él.

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