Las actividades ordinarias han reiniciado en el Congreso de la Unión. Ambas cámaras federales se han reunido para desahogar en sendas sesiones plenarias los dictámenes que se encontraban pendientes y acelerado el trabajo en comisiones ordinarias. Esta fecha ha coincidido con la conmemoración del 99 aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que en la Cámara de Diputados cada uno de los grupos parlamentarios expuso en la máxima tribuna de la nación su parecer del camino recorrido por el documento constitucional, así como sobre su porvenir y retos, coincidiendo todos ellos que se trata del documento que mejor recoge los anhelos y principios del pueblo mexicano. En este contexto, el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) de la Cámara de Diputados, que dirige el doctor Sadot Sánchez Carreño, realizó el acto conmemorativo titulado “México ante el Centenario de la Constitución: La Constitución que nos Une”. Para ello, se invitó a distinguidos académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como lo son los doctores Diego Valadés y Héctor Fix Fierro, quienes de una manera clara, concisa y completa expusieron el trabajo realizado por dicha institución para reordenar el texto constitucional, sin cambiar su espíritu ni contenido. Asimismo, el doctor César Camacho, diputado federal presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de los priistas, expuso de manera magistral los alcances de las reformas constitucionales, las cuales han permitido que la actual sea una Constitución vigente, útil y regulador del poder democrático. El doctor en Derecho sostuvo que, más que una nueva Constitución, en México debe existir una nueva constitucionalidad, una en la que todos nos ciñamos a su contenido, principios y valores. Llamado que encuentra su sustento social en la opinión que la nación mexicana tiene sobre su Constitución, al reconocer en ella sus aspiraciones, principios y valores. Al analizar el concepto de una “nueva constitucionalidad” en México, es útil remitirse a la obra Hacia una nueva constitucionalidad publicada en el año 2000 por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en la que se compila una serie de artículos de diversos autores que aportan su conocimiento sobre el tema. En primer lugar cabe considerar el texto de Carlos Castillo Peraza, “Entre la energía y la dinámica” en donde expone que según el Diccionario de la Real Academia, el término “constitucionalidad” refiere la “calidad de aquello que es constitucional”. De modo que merece ser entendido como constitucionalidad o con calidad de constitucional todo artículo de una Constitución de un Estado, toda norma legal secundaria que no contradiga tal Constitución, todo acto de gobierno que se ciña a ésta y toda persona que profese y practique el respeto o la adhesión a aquélla. De acuerdo con el autor, una nueva constitucionalidad puede tener que ver con nuevos artículos de la Constitución, con la adecuación de las leyes secundarias a la misma y/o con el comportamiento de los mexicanos, sean gobernantes o súbditos, según sea de adicción o de alejamiento en relación con la Carta Magna. Hugo Alejandro Concha Cantú en su texto “Un diálogo constitucional: las condiciones políticas y jurídicas para una nueva constitucionalidad”, expresa que una nueva constitucionalidad implica iniciar la construcción de un diálogo constitucional, pues la distinción entre constitucionalidad y Constitución, apunta a una diferenciación teórica y metodológica relevante. Al hablar de constitucionalidad no se refiere únicamente a la norma fundante o norma suprema de todo el orden jurídico, así como a su contenido y sus procesos de formación y cambio, sino a un fenómeno mucho más amplio que incluye el contexto socio-político en el que dicha norma se desenvuelve. Amador Rodríguez Lozano expone en su texto “Hacia un nuevo arreglo institucional” que la nueva constitucionalidad en México puede ser entendida como un nuevo arreglo institucional, lo que significa principalmente, sentar las bases de una vigencia plena y real del principio de separación de poderes. Asimismo, señala que una nueva constitucionalidad implica concebir un derecho constitucional de principios, los cuales, al formar parte de la Constitución, tendrán plena eficacia. Según el mismo autor, una nueva constitucionalidad es también una nueva forma de concebir a la Constitución, tanto por los ciudadanos como por los políticos y los gobernantes. Esta nueva forma implica abrazar el principio de la fuerza normativa de la Constitución, de todas y cada una de sus partes bajo la idea de que cualquier segmento de la Constitución que carezca de juridicidad, de normatividad jurídica, o que no sea derecho extravía la fuerza normativa del documento fundamental y burla su eficacia. Resulta importante tomar en cuenta la opinión que expresa Víctor Martínez Bullé en el texto “Nueva constitucionalidad o nueva constitución”, en el cual apunta que hablar de constitucionalidad hace referencia a la vigencia sociológica de la Constitución, aquello de que si nuestro texto es o no normativo, es decir, si rige realmente la vida social. El autor menciona además que éste es un tema que no sólo afecta a la Constitución Mexicana sino a todas y cada una de las Constituciones del mundo en mayor o menor medida. Martínez Bullé manifiesta que si se quiere avanzar en una nueva constitucionalidad en México, se debe conseguir que la Constitución vigente deje de ser nominal y se convierta en normativa, que sea realmente conocida por la sociedad, que ésta se identifique con sus contenidos y que la autoridad sienta la necesidad de conducir sus acciones en el marco constitucional. Si no se logra esto, será difícil hablar de una nueva constitucionalidad, pues aunque se puede contar con nuevas normas, incluso con un texto más eficiente, técnico y moderno, esto no servirá de nada si no se logra que la Constitución sea paradigma jurídico y político para la sociedad mexicana en general. Finalmente, cabe señalar que el Doctor César Camacho hizo referencia al tema de la nueva constitucionalidad con anterioridad, y más específicamente en un artículo titulado “El federalismo mexicano del siglo XXI, expresión de una nueva constitucionalidad” que forma parte del libro Examen retrospectivo del Sistema Constitucional Mexicano. A 180 años de la Constitución de 1824, publicado en el año 2005 por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Aunque en esta obra, el doctor César Camacho se enfoca a la necesidad de avanzar en el federalismo mexicano, aborda de manera concisa el tema de la nueva constitucionalidad, argumentando en primer lugar que la constitucionalidad es la acción de convertir en norma fundamental una convicción social; en otras palabras, elevar a rango de ley máxima los valores políticos y sociales compartidos. Alude que hablar de la constitucionalidad es realizar un ejercicio de inmersión en la sociedad y en la política de entonces para entender, entre otras decisiones, por qué México es una república federal. Más adelante, en el mismo artículo señala que la democracia, la pluralidad y la creciente participación social, entre otros factores, demandan una nueva constitucionalidad, que permita crear instituciones y poner al día otras. En este sentido, el autor expresa que la nueva constitucionalidad está determinada por la necesidad de consolidar la democracia, así como por otras convicciones políticas y sociales que exigen ser incorporadas al texto constitucional, o que, estándolo formalmente, demandan positividad. El doctor César Camacho afirma que como en 1824, condensar las convicciones y las aspiraciones políticas y sociales de nuestra época y someterlas a la consideración del poder revisor de la Constitución permitirá establecer el Estado federal que demanda el México del siglo XXI.
@jlcamachov