GABRIELA RIVERA |
Los 39 mil aviadores que detectó el censo educativo en el magisterio seguirán cobrando con su plaza de maestro, ya que Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa (FONE) –que ahora pagará la nómina magisterial y estará a cargo del gobierno federal –, no depuró el padrón de docentes para detectar quién sí y quién no trabaja en el sector educativo.
El FONE entrará en vigor a partir del 1 de enero del 2015 y tendrá un presupuesto de 330 mil 325 millones de pesos, para cubrir el pago de la nómina de 950 mil docentes y la operación de las escuelas en todo el país.
Fernando Galindo, subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, explicó que la federación recibió las listas nominales que enviaron los estados, en las cuales están registrados todos los docentes que laboran en la entidad; con ellas se realizó la nueva nomina magisterial.
No obstante, la Secretaría de Educación Pública reconoció en meses anteriores que dichas listas y los informes trimestrales que emitían las entidades no eran transparentes y tenían muchas fallas. Estos errores también fueron señalados por organizaciones sociales, como Mexicanos Primero y el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Aunado a eso, el Censo de Escuelas Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) reveló que existen 39 mil 222 aviadores, 30 mil 695 más que tienen un cargo como comisionado sindical o en el gobierno, 113 mil 259 docentes laboran en otro centro de trabajo y 114 mil 998 más ya están jubilados, pensionados o fallecieron, pero todos cobran como si estuvieran en funciones.
Pese a los resultados del conteo, Galindo dijo que las listas con las que se conformó el nuevo fondo no fueron depuradas y pasaron tal cual las enviaron las secretarias de educación estatales. “La canalización deriva del registro de las plazas que se transfirieron en 1992, cuando se federalizó la educación”, respondió el funcionario, en conferencia de prensa para presentar el FONE.
Añadió que a partir de la implementación de este fondo, en enero del próximo año, “vamos a empezar una depuración del padrón que conciliamos con las entidades federativas”, a fin de poder garantizar la rendición de cuentas y la transparencia.
Y es que una de las razones por las cuales se centralizó la nómina magisterial fue precisamente el manejo discrecional que hacían los estados de los recursos para el pago de maestros –incluyendo a los que no estén en una escuela o área administrativa del sector-, así como el desvío del presupuesto, según lo que ha detectado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en las distintas fiscalizaciones.