¿Colosio, mejor que el PRI?

20 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

¿Colosio, mejor que el PRI?

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Luis Donaldo Colosio iba a ser presidente. No habría tenido, probablemente, la votación que acumuló su partido con Ernesto Zedillo en cuyo rededor se acumularon las certezas y las incertidumbres de aquel 1994 en que el sonorense perdió la vida a manos de Mario Aburto.

El asesinato de Colosio y el azoro derivado del desajuste político nacional de aquel año en que apareció públicamente el EZLN, se inició el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y Canadá y el partido encabezado por Carlos Salinas de Gortari se dirigía a la consolidación de una alternativa a la nomenklatura del propio tricolor en un conservador proyecto nacionalista reiterativo de una forma de corrupción y de acumulación de poder que habría de comenzar a transitar a…otras.

Ese crimen debió ser oportunidad para que el partido más longevo del mundo, con experiencia de siete décadas ininterrumpidas en el poder y capaz de regresar a él después de dos sexenios panistas, hiciera en este 2015 una reflexión profunda sobre la situación de su liderazgo y la de su figura más prominente: el presidente Enrique Peña Nieto.

Quiérase o no, Pela Nieto ha sido más autocrítico que su partido respecto de la merma del liderazgo nacional que él mismo encabeza.

Solamente después de que Peña Nieto se atreve a plantear directamente temas como la desconfianza en incredulidad sin precedente, solamente después de que él lo hace, lo sigue su partido.

No puede responsabilizarse a un partido de no tener el deseo de presentarse públicamente con la inteligencia política que le ha permitido aventajar a sus oponentes o entrar, desde su punto de vista innecesariamente, en un proceso reflexivo en que su poder, así se amenguado según revelan las encuestas, fuera aparejado por su disposición a hablar directamente a la inteligencia de las audiencias más diversas.

Ellas coinciden en situar, dada la información disponible en todas las encuestas, al PRI como el partido que, según lo que es posible decir en este mes de marzo, tiene, por el momento, la mayor concentración de preferencias por encima del PAN, del PRD y de las otras opciones que se presentarán ante el electorado en la elección federal de junio próximo.

De la misma manera que en el PRI no existe disposición a reflexionar con intención de un diálogo con audiencias exigentes sobre los desafíos más íntimos que no ha resuelto, las oposiciones no se atreven tampoco a discutir por qué razón no han generado una opción creíble ante un deterioro más cuantitativo que cualitativo en la capacidad priista de ganar la elección.

Colosio era crítico de las lógicas predominantes de su partido. Su partido deifica a la víctima y las oposiciones se victimizan inhábiles por ahora de competir creíblemente por la primera posición en la coyuntura electoral próxima.