O como dijera la de José Alfredo: “Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida...”. Esto es porque al anuncio simultáneo del presidente Raúl Castro, de Cuba, como de Barak Obama, de Estados Unidos de América, en el sentido de que se inicia una nueva etapa en las relaciones entre ambos países y que a partir de ahora disminuyen las tensiones, podría ser el inicio ‘de una gran amistad’.
La buena noticia cayó como balde de agua tibia en un ambiente mundial de tensión y desajuste, no sólo por las famosas crisis económicas que vienen y van y que tienen a todos como la jirafa enamorada del changuito: ‘o te subes tú, o me estiro yo...’. Sino porque la violencia en países clave del mundo han propiciado asimismo inestabilidad global e inseguridad en territorios antes provistos de resguardo.
El 17 de diciembre se anunció que el gobierno cubano liberaba a dos presos de interés para el gobierno de Estados Unidos: el ciudadano estadounidense Alan Gross, quien llevaba preso 5 años en una cárcel cubana acusado de crímenes contra el estado Cubano e intentar socavar la soberanía cubana cuando llevó equipo con el que pretendía conectar el sistema internet en la Isla.
Cuando se anunció la liberación de Gross se anunció, asimismo, la liberación de “otro preso”, sin que ninguna de las partes dijera de quién se trata.
Se trata de Rolando Sarraff Trujillo, quien fue un criptógrafo de la Dirección de Inteligencia de Cuba y quien en secreto trabajó para la CIA hasta que fue detenido a mediados de los 90. Según The Washington Post ‘la liberación de Sarraff Trujillo era una prioridad para la inteligencia estadounidense dentro del acuerdo con Cuba’.
La Dirección Nacional de Inteligencia de EUA dijo, a su vez, que el agente cubano jugó un papel decisivo en la identificación de espías cubanos en territorio estadounidense al aportar información clave para la detención del llamado grupo de “Los Cinco” en 1998, tres de los cuales fueron intercambiados esta vez para estimular el proceso de distención entre ambas naciones.
Las relaciones entre ambos países eran, digamos, fluida hasta antes de la Revolución Cubana en 1958-1959. De hecho, durante el gobierno del derrocado presidente Fulgencio Batista, las relaciones llegaron, digamos, a excesos, lo que quiso concluir el nuevo gobierno cubano apenas tomó el poder en 1959. Y así lo anunció Fidel Castro en un viaje a Estados Unidos entre el 15 y 26 de abril de 1959, durante el cual se reafirmó como un régimen comunista y antiimperialista...
El 19 de octubre de 1960 el gobierno estadounidense prohibió toda exportación a Cuba; en 1961 la isla resiste una intervención armada de alrededor de 1500 migrantes cubanos en EUA, entrenados por la CIA en la Bahía de Cochinos... luego vino la Operación Mangosta que procuró desestabilizar al gobierno cubano mediante sabotajes políticos, psicológicos y militares. Un informe secreto del Comité de Inteligencia Cubano confirmó luego que entre 1960 y 1965 hubo por lo menos ocho intentos por asesinar al presidente cubano Fidel Castro. En 1962 un avión espía de EUA fotografió una incipiente instalación soviética de misiles de alcance medio, lo que condujo a la Crisis de los Misiles.
En adelante las restricciones hacia Cuba se endurecieron más. El embargo de EUA se hizo más feroz en octubre de 1992 con el Acta para la Democracia Cubana (Ley Torricceli) y en 1996 por el Acta de la Libertad y Democracia Cubanas (Ley Helms-Burton). Esta prohibía a compañías de EUA comerciar con Cuba, a ciudadanos estadounidenses viajar a Cuba, el envío de remesas... y más...
Pero ‘todo pasa y todo queda’, que dijera el poeta Machado. Ha transcurrido 52 años desde que las relaciones entre los dos países fueron rotas. A lo largo de más de medio siglo las confrontas y las agresiones, de unos a otros han sumado agravios. Pero ya. La intervención del Papa Francisco fue sustancial para adelantar este proceso y...
Hay voluntad del gobierno de Barak Obama y de Raúl Castro por un reencuentro que va a ser difícil aun. Sobre todo porque en lo que se refiere al embargo de EUA a la Isla, será muy difícil que los republicanos accedan a solucionarlo.
De hecho han comenzado a dar gritos de su propia alarma para acusar a Obama de traidor a la patria. Grupos de cubanos exiliados en Florida que prefieren una relación de castigo al gobierno cubano comienzan a provocar un rechazo al proceso de renovación diplomática... No importa...
Si importa que al final los dos países se encontrarán y recomenzarán una relación que debió comenzar hace tiempo cuando las cosas han ido cambiando en ambos países, en EUA con la llegada de un presidente de color y en Cuba con la apertura que de hecho se ha dado con el acceso de visitantes, de capitales, de intercambios profesionales y de información...
Inútil será todo intento por arruinar un proceso que está encaminado. Quizá la única condición viable será, si, que se suspenda el embargo a la Isla y que se respete la voluntad política de cada uno. Cuba ya no es tan comunista como en 1959 y EUA ya no es tan anticomunista como entonces.
Las nuevas generaciones de hombres y mujeres de EUA y Cuba son ya otra cosa y la percepción de la vida es diferente. Así que al cambio de las cosas contribuye el tiempo y el avance social.
Los gobiernos sudamericanos filiales a Cuba y antiimperialistas estarán en el dilema de seguir el ejemplo cubano o mostrarse reacios a mostrarse en su propia fortaleza. El socialismo no tiene que ser de puertas cerradas. El socialismo se beneficia con la novedad mundial, siempre y cuando esta novedad mundial este acorde a las necesidades ideológicas de cada uno, y no a la inversa.
Por lo pronto es buena la noticia. Una entre tantas noticias maloras. Qué bueno.