La secretaría de Cultura difundió entre sus trabajadores un correo electrónico con un manual que les hizo llegar el titular de comunicación social de esa dependencia, Antonio Martínez Velázquez, de cómo deben actuar durante una entrevista ante las ‘‘trampas”, entre otras cosas.
En la práctica, vienen a entorpecer el trabajo de la prensa y a poner un velo de opacidad en la manera en que se manejará la información en esta administración”, se lee en el texto difundido.
Sobre el ‘‘silencio incómodo”, el manual señala que la respuesta debe ser: ‘‘no apresurarse a completar la información” y ‘‘regresar a sus mensajes”; y cuando el periodista ‘‘actúe como juez”, el representante del gobierno mexicano ‘‘no debe olvidar el objetivo de su entrevista” y tiene que ‘‘apelar a la audiencia”. Sobre las “trampas” de los comunicadores, se enlista tener atención en las ‘‘ironías”, cuyo antídoto es ‘‘no engancharse, no pelear y mantener la calma”. Tampoco debe el entrevistado permitir el parafraseo. Se adelanta que cualquier entrevista a algún servidor público de la Secretaría de Cultura federal debe solicitarse con tres días de anticipación al encargado de área de cada oficina, por escrito, llenando un formato, para que se turne la petición a Comunicación Social y sea ahí donde den luz verde. El manual sostiene que si el entrevistado ‘‘comete un error”, la estrategia es ‘‘concentrarse en aclarar la declaración con respuestas concretas y nunca discutir diferencias de opinión. Proporcionar hechos y cifras, y no explicaciones o justificaciones. Nuestras declaraciones deben ser tan contundentes que no puedan tomarse fuera de contexto”. RB