Dos personas quedaron sepultadas luego de que se registrara un derrumbe en Mina VII de Minerales de la Unidad MIMOSA de Minera del Norte, ubicada en la carretera El Sauz-Barroterán, del municipio de Progreso, Coahuila. A las 14:58 horas del miércoles, en el cambio de turno, se produjo el desprendimiento afectando a una cuadrilla de 7 trabajadores del turno de primera que se encontraban en el área. Las labores de rescate continúan. Cinco trabajadores resultaron lesionados, dos de ellos de gravedad. De acuerdo con datos oficiales, los lesionados y las víctimas iban de salida, en el cambio de turno, cuando sobrevino el siniestro. La máquina cortera operada a control remoto se encontraba detenida y el operador y su ayudante se adelantaron a revisar, en tanto otros cinco trabajadores caminaban hacia la salida metros atrás en el túnel. El caído aisló al operador Gerardo Javier Castillo Rebullosa y al ayudante Jorge Armando Palomo Favila, con quienes no se había logrado establecer contacto hasta la noche de este miércoles. En tanto, la fuerte corriente de aire generada por el material derribó a los otros cinco trabajadores en el túnel, quienes resultaron lesionados. Los obreros Daniel Briones Guerrero y Mario Meza Lara fueron trasladados a la Clínica del IMSS, el primero con pronóstico reservado y el segundo con lesiones menores, mientras que recibieron alta médica los trabajadores Juan Carlos Gaitán, Feliciano González Sandoval y Jorge Alberto Nieto Tapia. Tras el accidente se activaron de inmediato los protocolos de emergencia y personal técnico junto a cuadrillas de rescate siguen trabajando tras el accidente en remover el material desprendido y ubicar a Gerardo Castillo, de 31 años de edad, y a Jorge Palomo, de 30. En un comunicado, la empresa Altos Hornos de México informó que la Mina VII cuenta con equipos de control remoto que mantienen al personal alejado del frente de operación y al momento del desprendimiento los equipos se encontraban fuera de operación”.
Los familiares de los dos trabajadores no ubicados se encuentran en las oficinas administrativas de la mina y reciben constantemente información sobre el avance de la operación de rescate.
En conjunto con autoridades, personal técnico de la empresa iniciará en breve la investigación para determinar el origen del desprendimiento.
Autoridades de los diferentes niveles de gobierno, incluido el ejército, resguardan la mina.