Desnudan guerras entre agencias de EU en México

19 de Abril de 2024

Desnudan guerras entre agencias de EU en México

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En libro, Melissa del Bosque detalla cómo miembros clave de Los Zetas fueron derribados tras revelarse que la organización había lavado millones de dólares en el mundo de las carreras de caballos

Los números son increíbles —hasta 120 mil personas muertas, decenas de miles desaparecidas, miles de millones de dólares en comercio ilegal generados cada año— pero no cuentan la historia completa.

Para dimensionar la violencia que ha azotado a México en la última década, y comprender la implicación de Estados Unidos en esa tragedia, es necesario ir más allá de las estadísticas.

Detrás de cada muerte, cada desaparición y cada transacción del mercado negro hay una historia humana. Durante casi dos décadas, Melissa del Bosque, una periodista de investigación galardonada del Texas Observer, se ha propuesto sacar a la luz esas historias.

En su nuevo libro, Bloodlines: The True Story of a Drug Cartel, the FBI, and the Battle for a Horse Dynasty (Linaje: La verdadera historia de un cártel de la droga, el FBI y la batalla por una dinastía de caballos de carreras), Del Bosque indaga en uno de los casos más fascinantes en la memoria reciente de la guerra contra las drogas, detallando cómo los miembros clave del cártel de Los Zetas fueron derribados después de que una extensa investigación federal de varios años reveló que la organización había lavado millones de dólares en el mundo de las carreras de caballos.

Construido sobre tres años de trabajo, Bloodlines cuenta varias historias a la vez. El personaje principal, Scott Lawson, es un agente del FBI que, como novato, asumió un puesto difícil en la ciudad fronteriza de Laredo, Texas, en 2009. Siguiendo un indicio sobre una compra inusual de caballos en una subasta de Oklahoma, Lawson rápidamente descubre que la compra histórica está vinculada a Miguel Treviño, el jefe del cártel de Los Zetas, a través del hermano de Treviño, José.

Siendo un forastero, Lawson recurre a la agente Alma Pérez, una mujer mexicoamericana que creció con su familia en ambos lados del Río Bravo para indagar el caso (Alma Pérez es un seudónimo, la agente aún tiene familia en México). Aprovechando su extraordinario acceso, Del Bosque sigue a los dos agentes durante varios años mientras su investigación profundiza en el funcionamiento interno de Los Zetas, la notable penetración de la organización en la industria hípica y culminando con la condena de José Treviño en un juzgado en Austin, Texas, junto con varias figuras relevantes de Los Zetas.

A lo largo de su libro, Del Bosque detalla las guerras territoriales entre las agencias de EU, particularmente las que involucran a la DEA, que suelen poner en peligro las investigaciones del gigantesco aparato de seguridad fronteriza.

Has reportado sobre todo tipo de historias desde la frontera. ¿Cuándo y cómo decidiste contar esta historia como un libro?

—Con este caso, que se desarrolló tanto en Estados Unidos como en México, e involucró pistas de carreras en todo el suroeste y en California, pensé que era una forma de enganchar a la gente en una historia sobre la que normalmente no querría leer sobre la guerra contra las drogas y lo que ocurre en México. Y me enganché con esta historia de detectives, y luego comencé a contar la historia sobre cómo surgió la violencia en México —una historia más amplia, claro— y la síntesis entre el crimen organizado y los cárteles, y luego la historia de Los Zetas, que era realmente algo que transformó por completo la violencia en México. Ellos nacieron a principios de siglo y fueron el primer cartel paramilitar. Y así trajeron todo este nuevo nivel de violencia y entrenamiento paramilitar al conflicto. La violencia realmente despegó una vez que Los Zetas se atrincheraron firmemente en el norte de México y en Veracruz.

En los agradecimientos al final de tu libro escribes sobre crecer cerca de la frontera y lo que México significa para ti, y pareces reconocer el peligro de esas trampas. ¿Qué hiciste para evitar recrear esas narrativas simplistas?

Revelación. El texto de Melissa del Bosque da una visión sobre el funcionamiento interno del cártel de Los Zetas.

—Buena pregunta. Supongo que siempre trato de contar la historia humana, y creo que lo que sucede cuando se ven historias sobre la guerra contra las drogas o la frontera es que a menudo las personas se convierten en personajes de dibujos animados y no puedes conectar con ellos en un nivel humano. Pero todos somos sólo seres humanos, y el dinero nos afecta a todos, blancos o morenos, en México o Estados Unidos. Ves a estos muchachos en los hipódromos, a estos anglosajones dueños de caballos que sólo sacan dinero, sin hacer preguntas, y ves que lo mismo sucede en México. Hay muchos denominadores comunes, así que supongo que busco eso: lo común en todos nosotros. Ya que no estoy realmente interesada en los estereotipos, trato de mantenerme alejada de eso, y también de esos tipos de historias cuyo eje narrativo es el número de cuerpos apilados.

Como periodista, ¿te resultó difícil mantener distancia desde la perspectiva de la aplicación de la ley? ¿Era algo que te preocupaba, estar tan cerca de estos agentes y sus perspectivas del caso?

—Sí, no quería parecer porrista, pero al mismo tiempo tienes que conocerlos bastante bien para poder hacer justicia a la historia. Traté de mantenerme imparcial al respecto. Me meto en la fricción entre las diversas agencias federales, que siempre he encontrado realmente fascinantes, toda esa lucha interna continua. Hay fricción entre la DEA y el FBI, y toda esa historia añade una lente más crítica a todo el aparato de seguridad de la guerra contra las drogas que se ha vuelto tan grande.

Con tanta experiencia adquirida al escribir este libro, ¿qué aprendiste sobre la guerra contra las drogas y la frontera que no sabías antes?

Escenario. La historia de Melissa se desarrolla en los dos Laredos, paso codiciado por los cárteles.

—Supongo que tenía curiosidad sobre cómo funcionaban Los Zetas y cómo funcionaba el dinero y cuánto dinero ganaban: grandes cantidades de dinero vendiendo cocaína en Estados Unidos, y cómo se distribuía ese dinero en México o a varios socios comerciales en Estados Unidos. Mandaban 100 mil dólares en una olla exprés a Nuevo México para pagarle a los chicos de la puerta de salida en la pista de carreras, todo ese dinero puede ser una carga terrible. Tienen tanto que sus equipos de contadores y abogados trabajan a tiempo completo tratando de descubrir cómo invertirlo y cómo lavarlo. La cantidad de dinero es gigantesca.

Varios de estos muchachos terminaron en la cárcel, pero la guerra contra las drogas continúa. ¿Crees que esto terminará alguna vez o estamos haciendo la pregunta incorrecta?

—Bueno, creo que deberíamos legalizar las drogas. Toda mi vida hemos estado luchando en esta guerra contra las drogas y nunca la vamos a ganar, todo lo que hemos hecho está construido en torno a este gigantesco aparato de seguridad y encarcelamiento. Creo que tenemos que volver a tratar el abuso de drogas como una adicción y un problema de salud, y aliviar toda la miseria que hace que la gente quiera drogarse.

Traducción: Carlos Morales