La titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, fue acusada por jerarcas católicos de estar impulsado el aborto en México y aunque ella se dice a favor de la vida, está en contra de que las mujeres sean encarceladas si desean interrumpir su embarazo antes de las 12 semanas de gestación y cedió el balón a los legisladores para que sean ellos quienes despenalicen o sancionen la práctica.
El secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, en su comparecencia ante senadores el 15 de marzo pasado dijo estar de acuerdo en que las mujeres aborten y se pronunció a favor de que los menores de edad reciban información y educación sexual desde que tienen consciencia de la pertenencia de su cuerpo. También alertó a los legisladores de que los embarazos entre adolescentes de entre 10 y 14 años se ha convertido en una epidemia en el país.
Los científicos, que también tienen voz y voto en este dilema, alzaron su voz: el investigador de la UNAM Antonio Lazcano Araujo, afirmó que un embrión no puede considerarse una persona, con todas sus obligaciones y derechos, sino que antes de las 12 semanas es un conjunto de células vivas que no integran un ser con personalidad jurídica, biológica o sentimental, por lo que el embrión no se puede tratar como a una persona o a un individuo en potencia.
Si como dice la senadora Martha Lucía Micher, de MORENA, en México hay más de 2 mil 340 mujeres encarceladas que por diversos motivos médicos, legales y sentimentales, han interrumpido su embarazo en diversas etapas de su desarrollo, el tema no queda en la esfera científica, o moral, o religiosa, o médica, sino salta al ámbito jurídico y de protección a los derechos humanos de las mujeres.
Cada representante de estos gremios tiene su propia opinión y su óptica, por lo que no es fácil conjuntar a las diversas disciplinas para que argumente los pros y contras en el tema del aborto. Máxime cuando las Iglesias que profesan un credo cristocéntrico y tienen una administración interna vertical, o sea que dependen de la voz del líder para que cada miembro exprese su opinión personal, solo toman en cuenta una interpretación bíblica basada en argumentos amoldados al arbitrio y con fundamentalismo inquisidor de quien lo impone.
Al interior DE MORENA no todo son pañuelos verdes (símbolo que han adoptado mujeres que están a favor de despenalizar el aborto en México). Precisamente dejaron uno de estos souvenirs en la curul de la también senadora de ese partido, Lily Téllez, lo que provocó su enojo, porque ella antes de ser periodista o legisladora es “mujer pro vida”. Y así hay diputadas y diputados federales y locales del mismo partido y del PES que no ven con buenos ojos la “cultura de la muerte”, que según los jerarcas católicos, caracterizan a la Secretaría de Gobernación.
Para llevar a cabo una discusión nacional en la que todos los actores, incluyendo a los médicos-religiosos, abogados-cristianos, terapeutas-católicos, periodistas-provida, sacerdotes casados, pastores infieles, tuvieran voz y voto podrían tomar en cuenta el caso del “Presbítero Raciel”, muy conocido en el Estado de México, quien en sus ratos de ocio embarazó a una de sus congregantes de apenas 14 años, “Sofi”. Tras aceptar su “falta” decidió, junto con su esposa, que lo mejor era que la indígena procedente de Huixtán, Chiapas, abortará para impedir que los feligreses sospecharan de su “fidelidad marital”, sin embargo la congregación se enteró y lo expulsaron. Resultado: “Sofi” es sexoservidora, su hijo está en Huixtán con sus abuelos paternos y el “Presbítero” siguen practicando sus ratos de ocio religiosamente en una nueva Iglesia que él mismo pastorea.
Habrá entonces que deslindar lo moral de lo jurídico; lo médico de lo religioso; lo legal de lo personal. Cierto, las Iglesias tienen peso específico en casi todos los terrenos. La fe aquí todavía se mide en el número de curules que puede redituar un partido político con ideología mesiánica. Y eso que presumimos de tener Estado laico.
PALABRA DE HONOR: el 28 de marzo, durante un foro sobre Libertad Religiosa, el senador Rogelio Zamora Guzmán, expresó su total apoyo al Gobierno Federal para que no ceda ante las presiones de Asociaciones Religiosas que están solicitando concesiones o permisos para operar y/o ser propietarias de frecuencias de radio y promover desde ahí “valores bíblicos”, pero que en realidad disfrazan su “ansia de poder y protagonismo”. Dardo dirigido para los que quieren cobrar por favores recibidos…
PD.- Respecto a la carta fechada el 18 de marzo pasado que envió el Presbítero Hugo Gallardo Duarte, a manera de aclaración a mi columna titulada LO QUE CALLAN LAS MUJERES EN LAS IGLESIAS, te comento que:
1.- En uno de los párrafos de mi columna del 15 de marzo relaté el caso de un grupo minoritario rebelde de pastores y mujeres que exigían igualdad de género y que fueron expulsados por contravenir los estatutos internos de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM). Escribí además que ellos se quedaron con varios inmuebles, lo que deslegitimó su ideal y por ello los llamaron “oportunistas”.
2.- En ninguna parte mencioné a la Asociación Religiosa denominada “Comunión Mexicana de Iglesias Reformadas y Presbiterianas (CMIRP)” o proporcioné nombres de algunos de sus Ministros de Culto.
3.- Si como dice la carta del Sr. Gallardo Duarte: este asunto no aconteció hace un par de años; si este grupo de pastores no se alió con mujeres y tampoco contravinieron los reglamentos internos; si su salida obedeció a una mala decisión de las autoridades eclesiásticas; si las intenciones del grupo no eran de índole separatista; si no se apropiaron de varios inmuebles ni fueron “oportunistas”, entonces es bien claro que este párrafo no estaba dedicado a la CMIRP ni a sus integrantes. Quizá se identificaron con el asunto, o “se pusieron el saco”, para decirlo coloquialmente.
4.- Entrecomillé en la columna el calificativo “oportunista” ya que fue el adjetivo menos agresivo que usaron autoridades de la INPM que me compartieron el asunto y también me proporcionaron documentos que te adjunto.
5.- Llevar a cabo un “debate público” para escuchar las razones de la CMIRP y conocer causas, efectos e implicaciones morales, teológicas, económicas y espirituales de su devenir sale de mi competencia e interés personal.
Agradezco que la CIMRP esté siempre pendiente de mis colaboraciones en este importante medio y quedo a la orden para cualquier proceso legal que tuvieran a bien iniciar por la situación que se adjudicaron.
Es cuanto…