El 2016

24 de Abril de 2024

Diana Loyola

El 2016

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Este 2015 se acabó, ¡tan tán!. Pero todo lo que me deja se queda. Es uno de los años más retadores que he tenido, al igual que para muchos. Es curiosa la cantidad de personas que me rodean para las que ha sido un año complejo. Pero la vida es más fuerte, no nos deja pasmarnos, nos impulsa a avanzar, a seguir creciendo, nos hace abrazarnos fuerte, nos pone delante a las personas correctas para hacernos tomar consciencia, de hacernos (como diría mi sensei Marina) expertos en nosotros mismos, aunque a veces estén disfrazados de enemigos, de trolles o de gente mala, son lesson-givers no nos confundamos. Estoy en una etapa que me ha hecho ver y apreciar cada pequeño regalo de la vida, es tan delicado el equilibrio, tan sensible la piel, que sólo haciendo uso de todos mis recursos he logrado reconocerme, sentirme menos vulnerable y más agradecida. Me queda claro que quiero ser una persona amorosa con toda intención, necesito hacerle saber al universo y a la vida misma que estoy a su servicio, que tanta luz que recibo no está mal depositada, que soy antes que nada un ser humano con ganas. El 2015 languidece, se hace agua que escurre sus minutos por entre los dedos, quiero pensar que se va dejándome las manos limpias para recibir lo que trae el siguiente año. Me quedo con el corazón lleno de agradecimiento, de esperanza, de fe en mi y en que el camino que decidí tomar es, si no el más fácil, sí el más satisfactorio, porque en él me reconozco, me soy fiel y me cuido. Un camino que quiero ir labrando, llenándolo de flores, de experiencias (buenas y no tanto, que eso es vivir), de gente que me sume, de amores que me nutran, de libertades responsables, de emociones expandidas, de vínculos sanos. Quiero un 2016 donde todo lo aprendido me sirva para ser quien esencialmente soy y poder compartirme en mi versión más pulida, más honesta y más sencilla. Porque cada evento sea una oportunidad de explorar y experimentar la vida. Les deseo un año lleno de todo aquello que sus almas requieran, que la luz que den se les multiplique y que logremos ver lo bueno en cada situación que se nos presente.