Economía y elecciones

23 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Economía y elecciones

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No obstante que el gobierno asimilará el costo del ajuste, pocas veces las medidas de contención o restricción del gasto se han reflejado en el respaldo electoral al proyecto gubernamental 1.- Precriterios de Política Económica para 2016 Al entregar la Secretaría de Hacienda y Crédito Público los precriterios de política macroeconómica para 2016 al Congreso de la Unión, necesariamente desató el debate sobre la situación real de la economía mexicana. En temporada electoral, las preocupaciones prudenciales o preventivas que resultan positivas para los mercados tienden definitivamente a tornarse en negativos de la gestión gubernamental. En el exterior, se dice, el gobierno arranca en la campaña constitucional con un pronóstico de empate técnico, por lo que verdaderamente arriesga todo en una elección muy competida prácticamente haciéndole la campaña a sus adversarios, pues todo ajuste económico en tiempo electoral suele reflejarse en las urnas. En México, aunque se utilicen distintos juegos de palabras, se está viviendo definitivamente un ajuste económico, que combinado con otros factores, como es la baja popularidad presidencial y la menor cuantía de resultados positivos para el gobierno, el aire de corrupción y la persistente inseguridad, constituyen un coctel muy complicado para remontar en las preferencias de los electores. En opinión de los analistas del mercado, la Secretaría de Hacienda hizo un ejercicio responsable para enfrentar la nueva realidad macroeconómica que vive nuestro país, en donde destacan tres aspectos conforme al acertado análisis del Grupo Banorte: Un menor precio del petróleo y una menor plataforma de producción Menor crecimiento económico para 2016; y debido a lo anterior Recorte de 135 mil millones de pesos en el gasto programable para 2016, adicionales a los 124 mil 300 realizados este año; el total combinado es de 259 mil 300 millones, que representarían el 5.5% del presupuesto originalmente considerado en 2015, y como 1.5 puntos del PIB. 2.- El gobierno pagará esta cuenta Acorde con la información de SHCP, cabe destacar la confirmación cuasi oficial de que se llevará a cabo una reingeniería profunda del gasto público con una perspectiva de presupuesto base cero para 2016, con el objetivo de optimizar los recursos y alcanzar el objetivo del recorte sin considerar nuevos impuestos ni recalcular el compromiso con la reducción del déficit que se integró en la Reforma Hacendaria de 2014. En este sentido, el documento de pre-criterios resulta un hit para los mercados, pero definitivamente un autogol en lo que se refiere a la política electoral que buscaría el respaldo de la población al proyecto del gobierno. La reingeniería del gasto público con una perspectiva de Presupuesto Base Cero para 2016 permitirá una evolución adecuada de las finanzas públicas, pero eso explíquesele a la gente que sólo ha visto mermas en sus ingresos en los últimos años. Para elaborar el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2016, se analizarán todos los rubros específicos del gasto público y de las unidades que conforman la Administración Pública. Dicho análisis se realizará tomando en cuenta tres puntos principales: Identificar complementariedades y similitudes en los programas y estructuras Priorizar los programas presupuestarios con base en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018; y Establecer criterios adicionales para la prelación de proyectos de inversión buscando la mayor rentabilidad social y económica. Los mercados insisten en que las medidas reflejan un ejercicio consistente con la nueva realidad que vive hoy la economía mexicana, particularmente después de la fuerte caída de los precios del petróleo, pero necesariamente son un costo que corresponderá asimilar al gobierno. Que el gobierno pague la cuenta en esta gran crisis de ingresos que ha significado la caída de precios del petróleo denota una clara actitud de responsabilidad gubernamental para mantener las finanzas públicas sanas, pero nunca medidas de contención o restricción del gasto se han reflejado en mayor respaldo electoral gubernamental. Las políticas de ajuste siempre tienen un costo en las urnas. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó el documento con los pre-criterios de política macroeconómica para 2016 al Congreso de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 42 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Como ya se comentó, la SHCP hizo un ejercicio responsable para enfrentar la nueva realidad macroeconómica que vive nuestro país, particularmente después de la fuerte caída de los precios del petróleo, así como su probable persistencia a niveles bajos y la altamente probable volatilidad que experimentarán los mercados financieros internacionales. 3.- Las variables en los Precriterios De manera visible, son tres las variables fundamentales en los Precriterios de Política Económica para 2016: Menor precio y producción de petróleo, menor crecimiento y recorte del gasto. Un menor precio proyectado de la mezcla mexicana de petróleo de 88 dólares por barril (dpb) –como fuera expresado en el documento de criterios generales de política económica para 2015 (CGPE 2015) o 79 dpd como finalmente quedó en el Presupuesto 2015-- a 55 dpb, con una menor plataforma de producción de 2.4 millones de barriles diarios (mbd), en lugar de 2.5 mbd; Menor crecimiento económico para 2016, que se redujo de 4.9% (CGPE 2015) a un rango proyectado entre 3.3% y 4.3%; y debido a lo anterior Recorte de 135 mil millones de pesos (mmdp) en el gasto programable para 2016 (0.8% del PIB). 4.- Impacto del menor precio del petróleo En las negociaciones del presupuesto 2015, se disminuyeron los ingresos fiscales de origen petrolero en 7,516 millones de pesos debido al cambio en la proyección del precio de la mezcla mexicana del petróleo de 81 dpb a 79 dpb. Utilizando esta sensibilidad, con el precio del petróleo estimado para 2016 en 55 dpb, los ingresos petroleros deberían disminuir 90,192 millones de pesos. Claramente esta cifra no toma en cuenta una caída en la plataforma de producción de petróleo ni el menor crecimiento económico, por lo que esto influyó en el anuncio de un mayor recorte precautorio para 2016. El recorte de 124,300 millones de pesos (0.7% del PIB) que el gobierno anunció recientemente pudiera no haber sido necesario aplicarlo este año, debido a la cobertura de ingresos petroleros a 79 dólares por barril. No obstante lo anterior, excluyendo las inversiones de Petróleos Mexicanos (Pemex), el gobierno se comprometió a disminuir el déficit público de 1.5% del PIB en 2014 a 1% del PIB para el 2015 (este año) y a 0.5% del PIB para 2016. Entonces, debido a que no se cuenta con cobertura para 2016 y la que se podría contratar será indudablemente a un precio mucho menor al de este año –en ausencia de un incremento de impuestos-, era necesario un recorte muy significativo en 2016 para cumplir con el compromiso de terminar ese año con un déficit de 0.5% del PIB. Es por ello que pareciera muy oportuno haber realizado un doble recorte este año y otro el próximo, buscando “repartir el dolor” en dos años. Así el recorte para 2016 será de 135 mil mdp (0.8% del PIB), en lugar de cerca de 260 mil mdp, que es cercano a 1.5 puntos porcentuales del PIB. Pero esto último se semántica contable; en los hechos, políticamente hablando, se trata otra vez de la amarga medicina de los tiempos de los ajustes económicos como se vivieron en la década de 1990 en América Latina y la economía habrá retraído su potencial de crecimiento en 1.5 puntos del PIB en este bienio 2015-2016, lo que, además, podría generar una ola expansiva en el conjunto de la economía, abatiendo aún más los indicadores. 5. Economía y elecciones Los estimados macroeconómicos prevén un crecimiento del PIB con un rango entre 3.3% a 4.3% para 2016 y un tipo de cambio de 14.50 pesos por dólar en promedio en ese año. El estimado de crecimiento económico del país para este año se mantuvo sin cambio en un rango entre 3.2% y 4.2%, mientras que la SHCP redujo su pronóstico de crecimiento para 2016 de 4.9%, a un rango entre 3.3% y 4.3%. Por su parte, el tipo de cambio para fin de periodo del 2016 se estima en 14.50 pesos por dólar, mientras que se espera una inflación para 2015 y 2016 de 3%, en línea con als previsiones de Banco de México. En conclusión, el documento con los pre-criterios denota una clara actitud de responsabilidad gubernamental para mantener las finanzas públicas sanas. En este sentido, lo expuesto por SHCP denota una clara actitud que permite al gobierno poder cumplir con su compromiso de reducción del déficit en 2016 en ausencia de más impuestos, ajustándose a los choques externos provocados por la persistencia de bajos precios del petróleo, así como los potencialmente mayores costos de financiamiento de corto plazo (incremento de tasas en EUA y aquí en México), y por el lado interno, la menor plataforma de producción de petróleo y una tasa de crecimiento más reducida. Parece claro que estos son temas muy difíciles de explicar en un contexto de campaña, cuando los candidatos deben enfrentar a los adversarios y a los electores en los distritos y entidades. Cara a cara, son potencialmente más útiles para los ataques de la oposición y para el ejercicio del voto en el sentido de respaldar o castigar las perspectivas gubernamentales. Los propósitos están sobre la mesa, de ahí la importancia de ejercer el sufragio y respaldar o no las opciones. ¿Está bien prevenir un mal mayor y ajustar el ejercicio del gasto público, o debió prevalecer el sesgo populista y seguir gastando como si la caída del precio del petróleo y la consecuente merma de los ingresos públicos no hubieran sucedido?