El gasolinazo sigue pegando al bolsillo

18 de Abril de 2024

El gasolinazo sigue pegando al bolsillo

ILUSTRACION TRAMA 3

Aguacate, jitomate, jamón y pollo son los productos que más han subido de precio desde inicios de año

franciscopazos@ejecentral.com.mx

El aguacate, el jitomate, el jamón y el pollo son los productos que más han subido de precio desde inicios de año, cuando comenzó el alza en los combustibles y la volatilidad del dólar

A los mexicanos ya no les alcanza el dinero. El aguacate se incrementó en más de 60 pesos y el jamón de cerdo subió entre 20 y 40 pesos. El aumento de precios de los alimentos se registró tan sólo entre enero y mayo de este año. En urbes como la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, las más grandes del país, el aumento de siete pesos que el salario mínimo tuvo en enero, no sólo fue rebasado por un crecimiento inflacionario que, según expertos cerrará el año en 6.2%, sino que continúa revolucionando la escalada de precios que desde inicio de año propulsó el alza en los combustibles y la volatilidad del dólar. El poder adquisitivo de los mexicanos se desmorona y es visible en el precio de productos como el pan de caja, el pollo o el huevo, y han registrado alzas sostenidas que en algunos casos con el de la tortilla de maíz, duplicaron su valor desde que arrancó 2017. En otros casos, como el del jamón de cerdo que se vende a granel, de consumo extendido por su menor precio, su valor se comportó como un columpio que arrancó el año en 101 pesos por cada kilo, en la Ciudad de México, y pasó dos meses con subidas inflacionarias que lo llevaron hasta 140 pesos por cada kilo, entre febrero y marzo pasados.

ejecentral realizó una revisión comparativa sobre los precios promedio de diez productos que forman parte de las canastas básica y alimentaria, de acuerdo con los últimos registros de precios promedio publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval). El ejercicio estimó variaciones publicadas en el Índice de Precios del Inegi para el pan de caja, pollo entero de venta a granel, huevo blanco de venta a granel, leche entera pasteurizada, tortilla de maíz, jitomate, aguacate, limón y papel de baño, incluidos en la canasta básica. Las cifras mostraron que, a partir del empuje inflacionario de enero, el alza en los precios de los productos seleccionados no se detuvo. En todos los casos se observó un ajuste hacia arriba, tanto en precios mínimos de venta como en máximos, en las tres grandes capitales del país.

Ahí te dejo estos dos pesos…

El jitomate fue uno de los productos de consumo básico, tanto en regiones urbanas como rurales, que arrancó el año en 6.9 pesos por kilo en comercios de Monterrey, y que para el reporte de junio, su precio máximo había escalado hasta 24.46 pesos por kilo. El poder de compra de los consumidores en la Ciudad de México también se desgastó por un desfase que afectó sus precios a la alza en este producto que comenzó a venderse en nueve pesos por kilo en la primera quincena de enero. La evolución de su precio de venta mínimo pasó a 18.5 pesos en febrero, 20 pesos en marzo, 21 pesos en abril, 27.43 en mayo, y finalmente 29.8 por kilo en junio. Todos previstos como sus precios máximos registrados; es decir 18.43 pesos más respecto al costo con el que arrancó el año. Incluso el precio mínimo registrado por el Inegi durante mayo superó por cinco pesos más el costo de enero pasado, por lo que para los consumidores que obtuvieron el mejor precio, el jitomate mermó su poder de compra. El consumo de carnes frías como el jamón de cerdo a granel mostró subidas de hasta 40 pesos en la capital del país entre enero y mayo pasados. El precio de este mismo producto se balanceó entre 94.75 y 112.63 pesos por kilo en Guadalajara, mientras que en Monterrey se mantuvo estable en 136.21 pesos, aunque los consumidores regiomontanos pagaron el jamón más caro entre las tres capitales.

Alza regia. A inicios de año, los consumidores de Nuevo León pagaron 23.7 pesos por un kilo de aguacate y en junio gastaron hasta 91.97 pesos.

A precio de caviar

Desde el primero de enero de este año, el aguacate cuadruplicó su precio de venta.

Los más afectados resultaron nuevamente los consumidores de la capital neolonesa, quienes comenzaron el año pagando 23.7 pesos por un kilo de aguacate y terminaron gastando hasta 91.97 pesos al cierre de junio pasado. Aunque con un precio entre 10 y 20 pesos menor, los consumidores en la Ciudad de México y Guadalajara tampoco encontraron precios más amables con su bolsillo, pues pagaron 33.75 y 23.25 pesos por cada kilo en enero, pero cinco meses después invirtieron entre 95 y 77.75 pesos por esa misma cantidad de aguacate. Mención especial recibió este fruto en el reporte del Índice Nacional de Precios al Consumidor en mayo de este año, pues fue uno de los tres productos que más empujaron la inflación anual durante ese mes con un aporte de 17.87%, para empujarla hasta 6.16%, más del doble de la meta que el Banco de México (Banxico) se fijó para este indicador durante 2017. El indicador tuvo un nuevo jalón en junio para ubicarse en 6.31 por ciento. Las diferencias se marcaron por ciudades, incluso en los precios mínimos de compra; mientras en Monterrey el precio mínimo fue de 50 pesos por kilo, en Guadalajara fue de 51.25 y en la capital del país de 57.5 pesos por kilo. El limón agrio también tuvo movimientos similares por mes y ciudad; mientras en enero costó 10.06 pesos en precio mínimo, en la Ciudad de México, para junio, su precio máximo escaló hasta 30 pesos por kilo, en Monterrey.

Mientras la inflación anualizada supera seis puntos porcentuales y dobla la meta de Banxico, los mexicanos, en consecuencia, se alejan del índice de bienestar, cuya canasta alimentaria para junio tuvo un costo de mil 422 pesos en regiones urbanas y mil 14 pesos en el campo.

Este indicador arrancó el año con un costo de mil 371 pesos en las ciudades y 975 pesos en las regiones rurales. Para febrero ganó tres pesos en las ciudades y retrocedió cinco en el campo. En marzo dio un estirón de 15 pesos en las urbes y de seis pesos en el campo. Hacia abril, el precio fue de mil 400 y 994 pesos, respectivamente.

En medio de el escape inflacionario y la escalada de precios quedó el salario mínimo de millones de mexicanos que en unas cuantas semanas vieron como el aumento histórico de siete pesos, que lo llevó hasta 80.04 pesos por jornada laborada, se diluyó con el alza en combustibles y los embates del dólar ante el peso. La imposibilidad de frenar la inflación llevaron a varios sectores, entre ellos los empresariales y patronales, a solicitar un nuevo ajuste que eleve en 14 pesos el salario mínimo y fortalezca el ingreso con una base de 94 pesos diarios para hacer frente a la avalancha de precios.