El presidente Enrique Peña Nieto tiene información de que Alejandro Murat el hijo de José, su amigo y exgobernador de Oaxaca, ha incurrido en violaciones a la ley en materia de asignación de contratos mientras fue director del Infonavit.
También tiene datos sólidos acerca de su ineficiencia en la gestión de recursos públicos al momento de intentar, dolosamente o no, resguardar el patrimonio nacional que administra el Infonavit, haciendo adquisiciones evidentemente riesgosas en el mercado de valores y dinero.
Solamente en el tema de la adquisición de certificados bursátiles a la empresa sevillana Abengoa, los cuales perdieron su valor, y era previsible que lo hicieran, Murat autorizó compras que se deterioraron en 76 por ciento, contadas hasta el primer mes de este año.
Alrededor de 724 millones de pesos de recursos del infonavit fueron invertidos en Abengoa, una empresa que tiene licitaciones ganadas para construcción de instalaciones energéticas en Oaxaca en dónde Alejandro Murat podría ganar la elección del próximo domingo.
Las calificaciones realizadas por HR Ratings Mexico y Moody´s de México eran las peores posibles según el reporte entregado a la Presidencia de la República y que ha comenzado a publicarse, por ejemplo, en Proceso en la edición de este domingo.
Además de eso, la presidencia ha recibido documentos provenientes de diversas fuentes internas, incluidas las de los adversarios priístas de Murat, en que se muestra que el candidato priísta al gobierno de Oaxaca habría incurrido en fraude por compras directas y por decisiones asumidas al margen de la normatividad del gobierno federal por más de 1 mil 256 millones de pesos “con un sobrecosto de 4 mil 64 millones de pesos”, según la ficha que los propios priístas enemistados con la familia Murat, han entregado a la oficina del primer mandatario.
El documento detallado de 56 cuartillas exhibe la persistencia de una práctica irregular que el gobierno federal se niega a enfrentar y que ha tomado al presidente por sorpresa. De nueva cuenta parece no saber decidir entre la generosa entrega a la amistad de sus compañeros de partido y la obligación de respetar y hacer respetar la ley.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio también conoce de esta información. Las partes interesadas se la han compartido.
Sin embargo, él también está atrapado entre su simpatía por hacer respetar la ley y el liderazgo de Manlio Fabio Beltrones, a quien se le pedirán cuentas si el PRI pudo ganar más o menos elecciones de las 14 en juego este próximo 5 de junio.
Osorio, puntero entre los aspirantes a la candidatura presidencial desde el PRI, desea mantenerse lo más lejos de la confrontación con Beltrones. Aunque, mientras tanto deba morderse la lengua al hablar de los valores democráticos que serían vigentes en México, incluidos los relacionados con transparencia, rendición de cuentas, legislación de servidores públicas y de adquisiciones.
En el caso probable de que Murat gané la elección en Oaxaca, lo que sigue será un complejo periodo de disputa, pública o no, sobre la calificación de esa elección.
El PRI quisiera estar preparado para eso. La imagen y a autoridad del presidente, sin embargo, serán sujetas a consideración pública, nuevamente, así como las capacidades y habilidades del secretario de Gobernación y…el avance de Beltrones.
De la Auditoría Superior de la Federación y de la Secretaría de la Función Pública escucharemos hablar en relación con este tema en las semanas siguientes. O simplemente nos quedaremos con el eco de campañas y discursos enfrentados entra la eficiencia, la honestidad y compromiso de los cierres de promoción electoral.