El nuevo rumbo de Trump

19 de Abril de 2024

El nuevo rumbo de Trump

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Los primeros 100 días es importante para el rumbo que pueda tomar la presidencia

trump1_afp Con 200 días en la mira, Donald Trump comenzará a activar parte de los planes que no pudo concretar, como la renegociación del Tratado de Libre Comercio con México, pero lo más importante será la Reforma Fiscal y el segundo round contra el Obamacare

Juan Pablo de Leo

Barack Obama fue un presidente que le dio peso e importancia a los símbolos que la presidencia de Estados Unidos representa. Cada acción, cada discurso, cada movimiento político en su presidencia fue pensado para su legado. Luego de ocho años de guerras fallidas, Obama llegó a la Casa Blanca en 2008 con la consigna de terminar las guerras iniciadas por su antecesor George W. Bush tras los ataques del 11 de septiembre. Ante dicha responsabilidad, Obama decidió retirar de su Oficina Oval el busto de Winston Churchill, el primer ministro de Reino Unido que condujo con sangre, sudor y lágrimas a esa nación durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la pasividad de Neil Chamberlain, Churchill decidió enfrentar a Adolfo Hitler y su avanzada por Europa, convirtiéndose en un presidente de guerra. Obama no quería nada que se pudiera identificar con algo por el estilo y decidió retirarlo a un espacio lejano al interior de la Casa Blanca.

Contrario a Obama, Donald Trump ha demostrado lo que será: un presidente de guerra. Más allá de las promesas de campaña, quizá el principal y único indicio claro de lo que será el enigmático e impredecible Trump es eso, un presidente de guerra. Las recientes acciones en Siria y Afganistán en las que lanzó ataques militares aéreos demuestran el mayor cambio de postura que ha tenido, más allá de las derrotas políticas que no le han permitido avanzar en ningún sentido su agenda.

El presidente que prometió hace algunas semanas en un mensaje conjunto al Congreso ser el presidente de Estados Unidos y no del mundo, en un cambio drástico de política exterior, intervino ya en dos países y se ha visto involucrado en varios conflictos geopolíticos en las últimas dos semanas. Desde el poder suave que les ayuda a influir positivamente en naciones que de otra forma serían hostiles, a la coloración de Estados Unidos a los cambios de gobierno en países donde los ideales occidentales se ven amenazados, Trump junto con Steve Bannon no consideraron en un principio seguir aquella política que es casi obligada para un país líder como lo es Estados Unidos.

En los últimos quince días, China ha pasado de ser una manipuladora de divisas, enemiga comercial número uno de Estados Unidos, a ser el aliado más importante de Trump en este momento con el conflicto norcoreano en puerta. En quince días, la OTAN pasó de ser un organismo inservible y caro, a la principal defensa de Trump para lo que viene en Rusia, Siria y Medio Oriente. Pasó del no intervencionismo a la intervención inmediata en menos de 48 horas.

Analistas y periodistas coinciden en lo inaudito que ha resultado la presidencia Trump, y no ha sido precisamente por cumplir con sus promesas de campaña. Se acercan sus primeros cien días en la Casa Blanca, y han sido los últimos 15 días los que han marcado de manera más clara lo que será el legado Trump.

›La primera calificación se acerca pronto. El corte de caja de los primeros 100 días es uno importante para el rumbo que pueda tomar la presidencia con miras a la primera reelección en 2020.

Si bien la maduración ha sido lenta y el aprendizaje doloroso, los clarocuros de la presidencia más controversial de los tiempos modernos ha sido lo suficientemente pragmática para mantener a flote una nave que parecía hundirse y que hoy recupera algo de credibilidad dentro de su propio entorno tras las acciones militares tomadas en las últimas semanas.

Aunque el inicio de la presidencia Trump ha estado marcado por errores y decepciones a los republicanos, los primeros 100 días están en camino a tener buenas ganancias en el mercado.

El S&P 500 subió 2.9% desde el 20 de enero pasado, el Dow Jones ha subido 3.6 por ciento. El Nasdaq por su parte, ha sido el mejor, con un retorno del 6 por ciento. Trump100DíasTrump sabe emocionar a los mercados y eso se ha traducido en confianza de los mismos y México ha dejado de ser, de momento, el punching bag de la administración Trump. La premura de temas como Norcorea y la agenda legislativa sumada al presupuesto y otras prioridades, ha logrado la desviación de la atención. La inviabilidad de un muro financiado por México o por el Congreso de Estados Unidos, así como los pequeños cambios que estarían pensando para el Tratado de Libre Comercio, entendiendo la real importancia de éste, son promesas que serán difíciles de defender en discurso. Las recientes acciones del procurador Jeff Sessions en la frontera con México anunciando la criminalización de los migrantes ilegales reincidentes y otras medidas antimigratorias sumadas a los tuits de Donald Trump presumiendo la reducción de la migración ilegal en un 70% en la frontera sur desde su llegada, son los perfectos ejemplos de las medidas que tomará la Casa Blanca para reforzar ese discurso con su base y no perderse entre otras promesas fallidas.

Si bien es cierto que la relación por el momento está tranquila y se demuestra en parte con la apreciación que del peso frente al dólar, Trump demostró que en pocos días todo puede cambiar. Si de pronto el ataque a México vuelve a ser atractivo para su agenda, puede hacer pasar un mal momento ante lo imprevisto que resultó ser el actual gobierno republicano.

Por el momento, el reconocimiento del general Kelly a México como un socio estratégico, el de Rex Tillerson como un amigo y la predominancia de Jared Kushner en el gabinete de Trump son buenas noticias para nuestro país. El hecho de que la agenda antimexicana se haya ido diluyendo con la separación de Steven Bannon y Kellyanne Conway del primer círculo del presidente Trump es una posición que nuestro país debe aprovechar.

Con los 200 días en la mira se comenzarán a activar, por lo menos a nivel discursivo, parte de los planteamientos que realizó Trump para ese periodo, entre ellos, la renegociación del Tratado de Libre Comercio con México, pero lo más importante será sin duda, la Reforma Fiscal y el segundo round contra la Reforma Sanitaria de Obama.

La Casa Blanca aún con Reince Preibus al frente de la Oficina de la Presidencia, y con la mayoría republicana en ambas Cámaras, demostró ser inepta para procesar una promesa primordial que ha mantenido tanto el candidato como el partido desde el día que se implantó la ley. Si repiten el mismo fracaso con la Reforma Fiscal en cuanto a la relación de impuestos que prometió Trump para alentar a empresas y empresarios, sería una herida casi imposible de recuperar.

La habilidad que tenga Trump para unir a los conservadores fiscales en el partido que ya le tiraron su Trumpcare estará por verse. Qué tanto han aprendido Trump y su equipo a hacer política y cabildear sus propuestas.

Con Trump todo ha cambiado, pero en realidad, nada ha cambiado. La maquinaria conocida como Washington le ha dado una lección y ha puesto a Trump en su lugar. Por más que lo quiera, Washington no es una empresa que se preside verticalmente a través de decretos.

El arte de la política y la habilidad del consenso han demostrado que no son sus principales virtudes y capacidades.

Entendiendo que la humildad y autocrítica no es algo que se le dé, el aprendizaje tendrá que llegar de alguna forma pues a pesar de que es algo que se ve lejano, la posibilidad de un juicio político o las incomodidades que sus inconsistencias generan a su administración, son una amenaza real para su presidencia. Mientras tanto y por lo pronto, las cosas en Estados Unidos siguen igual.

Propuesta. Trump ha tenido un inicio alentador en un sector clave, atento a la capacidad para cumplir sus promesas de empleo y economía.