Elegir lo que falta

25 de Abril de 2024

Salvador Guerrero Chiprés

Elegir lo que falta

Elecciones Casillas

Es del todo incierta la manera en que se beneficia la población en general de las combinaciones de participación y resultados de esta elección intermedia 2015: ¿es el conjunto de la sociedad o es el agrupamiento más partidizado de las élites nacionales? Sostengo que el conjunto de la sociedad carece de instrumentos para incentivar o sancionar de manera clara y contundente aquello que debería mejorar su situación. Parte de las causas se deriva de las cambiantes habilidades de las élites para evadir su responsabilidad política y legal. Respecto de los años 80, hay garantía del flujo de recursos del erario para estimular la competencia electoral y una relativamente más eficaz capacidad de asegurar la vigencia de las normas siempre y cuando el partido que las violente no sea parte estratégica del partido en el poder. En otras palabras hay mayores capacidades pero también nuevos problemas. No es del todo clara la mejora sustantiva. En relación con los años 90, se ha diversificado la cantidad de opciones de entre las cuales el elector puede decidir con cuales se identifica. Esa diversificación no necesariamente implica una diversificación de proyectos nacionales realizables y creíbles. Dicho más específicamente, se distiende la probabilidad de distinguir entre las principales opciones aunque aumenta la expectativa de coaliciones ganadoras y perdedoras. Una buena campaña debería establecer qué programas y qué candidatos se enfrentan. Las campañas enfatizan en confrontar las personalidades. Respecto de la década pasada, los mecanismos de supervisión y de sanción se han multiplicado y afinado. Curiosamente, ese aguzamiento de las capacidades de identificación de violaciones y de sanción de las mismas no ha incrementado la confianza de los electores en las instituciones no en los partidos a quienes se ve con lejanía. El partido desplazado del poder durante doce años, advirtió la necesidad de mantener, a toda costa, la capacidad de disolver amenazas del extremo castigo que pudiera ser la perdida de registro de su principal aliado. Se asegura de desmontar cualquier probabilidad de coalición en su contra y le ayudan los extremos ideológicos de demócratas cristianos y socialdemócratas. Podemos decir que las habilidades prácticas de las élites partidistas han crecido en su disputa interna y externa por el poder sin que necesariamente se incremente la calidad del vínculo con los electores. Con ello me refiero a la demostración de que las políticas públicas incorporadas en su proyecto nacional puedan ser formulas con transparencia y participación ciudadana, implementadas de manera incluyente y vinculadas con resultados específicos que sean verificables. El elector parece ajeno al uso del instrumento de sanción principal, el voto, para determinar quién debe permanecer y quién debe retirarse del ejercicio del poder. A quienes más ha sancionado la opinión pública y publicada no necesariamente pagarán los costos más altos por sus yerros o incapacidades. Mientras, los segmentos mayoritarios de la población permanecerán alejados de la capacidad efectiva y directa de sanción de los equívocos e insuficiencias. A México le falta elegir un sistema sin corrupción electoral. No hay evidencia de que se le haya contenido.