La construcción del Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador podría expulsar de la Ciudad de México a uno de los deportes con gran prestigio mundial: La Fórmula 1. Para este jueves se espera se defina el futuro que tendrá el Gran Premio de México, que regresó a nuestro país en 2015, después de 23 años de ausencia. Para su retorno se pagó un contrato valuado en 363 millones de dólares para realizar cinco carreras del automovilismo mundial. Para su llegada la Secretaría de Turismo del gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto pagó 213 millones de pesos, que cubren hasta la competencia que tendrá lugar los días 25, 26 y 27 de octubre próximo. La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue tajante al hablar sobre este tema. Dijo que –de continuar el Gran Premio de México- el contrato deberá ser cubierto por la Iniciativa Privada, pues su gobierno no tiene dinero para invertir en este proyecto, ya que las inversiones públicas están destinadas a la construcción del Tren Maya. La explicación del mandatario fue que los recursos que el Fondo Nacional de Turismo entregó en su momento para el convenio con la Fórmula 1, ahora se utilizarán para la construcción de la línea ferroviaria que irá de Palenque a Cancún. La decisión de López Obrador no sólo implicaría pérdidas económicas por la salida de México de la Fórmula 1, sino también por las inversiones millonarias que se hicieron en el Autódromo Hermanos Rodríguez para albergar de nuevo a la máxima categoría del automovilismo mundial. Tan sólo la remodelación tuvo un costo superior a los 4 mil millones de pesos que en su momento generaron 13 mil 500 empleos directos. El tema ha generado reacciones encontradas entre los colaboradores más cercanos del presidente López Obrador. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum reveló que ha mantenido negociaciones con la empresa Ocesa –que tiene los derechos del espectáculo- para encontrar mecanismos de financiamiento que permitan que esta competencia continúe presentándose cada año en nuestro país. El Gran Premio de México ha sido una importante fuente de ingresos para la capital del país. Las tres primeras ediciones de la competencia dejaron un ingreso de más de 39 mil millones de pesos. Una sencilla muestra de ello es la ocupación hotelera que se registra durante la competencia. Según datos de la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México se alcanza 80 por ciento de las habitaciones ocupadas durante los días previos y posteriores a la justa. Además, se tiene una asistencia estimada de 336 mil personas por cada edición del Gran Premio de México. Sin duda, la decisión que se tome respecto a este tema generará mucha polémica. Por un lado, mantener a la Fórmula 1 en nuestro país implicaría una contradicción a la postura del mandatario, quien defiende sus proyectos a capa y espada, sin tomar en cuenta lo que se puede dejar detrás. Estamos a unas horas de conocer la decisión de los gobiernos federal y de la Ciudad de México. Mientras eso sucede se sabe que las ciudades de Miami, Los Ángeles y Nueva York, en Estados Unidos, están interesadas en atraer este evento deportivo de corte internacional. También Hanói, capital de Vietnam.
Carrera frenada