En riesgo, infraestructura estratégica de México

16 de Abril de 2024

En riesgo, infraestructura estratégica de México

CON TEXTURA 2

El Atlas de peligro del cambio climático pone en alerta a 65% de las instalaciones de Pemex en 14 regiones

franciscopazos@ejecentral.com.mx

En los siguientes 10 o 30 años resultarían daños por desastres naturales

El cambio climático amenaza la capacidad productiva de Petróleos Mexicanos (Pemex). Los efectos de este fenómeno pondrán en jaque a más de la mitad de su infraestructura productiva: refinerías que podrían quedar bajo el agua, ductos colapsados por el derrumbe de laderas y la pérdida de terreno en regiones costeras son algunos de los escenarios que se prevén para los siguientes 10 y 30 años. Las intensas lluvias amenazan con inundar por lo menos 65% de la infraestructura petrolera clasificada como “AAA”.

Por estas inundaciones, la operación de refinerías en la llanura costera de Golfo de México, la península de Yucatán y las costas de Sonora, Sinaloa y Chiapas, por ejemplo, quedaría paralizada.

Las consecuencias del calentamiento global forman parte de la agenda de riesgos de seguridad nacional, por el impactoen la estabilidad social y económica del país. Ante la incapacidad de operar de la infraestructura estratégica de Pemex se presentaría un “riesgo desestabilizador para la seguridad nacional” que afectaría a prácticamente todo el país, de acuerdo con las conclusiones del Atlas de Peligro al Cambio Climático como instrumento de adaptación de Sector Petrolero, elaborado por el Centro Mario Molina (CMM) y que muestra los daños que podrían ocurrir en los próximos años en refinerías, complejos procesadores de gas y de petroquímicos, campos petroleros, terminales de almacenamiento y distribución, así como en la red de ductos y poliductos de la empresa productiva del Estado.

Detener por daños las operaciones de este tipo de instalaciones significaría la puntilla para la de por sí ya mermada capacidad productiva de Pemex que, perdió 296 mil 492 millones de pesos durante 2016 e ingresó un billón 79 mil 507 millones de pesos en ese mismo año, lo que representó una caída de 7.4%, respecto a las ganancias totales de 2015.

El colapso

El estudio consultado por ejecentral muestra los peligros para por lo menos 14 regiones del país localizadas en Oaxaca, Guanajuato, Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz; Tabasco, Veracruz y Chiapas que serán afectados por fenómenos extremos como inundaciones pluviales, sequías, deslaves de laderas y erosión costera.

Aunque los escenarios estiman la evolución de las condiciones meteorológicas en las dos décadas siguientes, los efectos de lluvias torrenciales asociadas con tormentas y ciclones tropicales más intensos y destructivos ya son sensibles en algunas regiones del sureste mexicano y acrecentaría el peligro de la infraestructura petrolera: Pemex Exploración y Producción, Pemex Refinación, Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica.

Una muestra de las modificaciones climáticas en territorio nacional y de la falta de preparación ante estas contingencias, fue la inundación que alcanzó hasta un metro de altura y que anegó la refinería Antonio Dovalí Jaime, localizada en el puerto de Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, como resultado de las lluvias torrenciales que acompañaron a mediados de junio pasado a la tormenta tropical Calvin.

El futuro de esta refinería no es alentador pues fue clasificada, junto con la Minatitlán, Veracruz, como las de mayor peligro frente a inundaciones pluviales por su cercanía con el canal El Zanjón, que funciona como dren para las aguas que escurren de las zonas altas hacia la costa.

Esta refinería ubicada en Salina Cruz también registra un alto peligro por sequías más severas, fenómeno que ya afecta la disponibilidad del agua en las regiones urbanas y rurales del municipio. Aunque las lluvias e inundaciones son los peligros más importantes, el CMM alertó que existen zonas del territorio que quedarían a merced de mareas de tormenta, fuertes vientos y reducciones en la cantidad promedio de precipitación.

La tormenta perfecta

Al menos 316 hectáreas que conforman los terrenos de los campos procesadores de gas de Ciudad Pemex, en Macuspana, Tabasco, y Reynosa, en la ciudad con ese mismo nombre, en Tamaulipas, podrían perderse por completo si las proyecciones sobre inundaciones vinculadas al cambio climático que hizo el CMM se cumplen.

Como estas dos instalaciones estratégicas, también están en riesgo de quedar anegadas por el agua de lluvia la Refinería Antonio M. Amor, ubicada en Salamanca, Guanajuato; la terminal de almacenamiento y reparto localizada en la delegación Azcapotzalco, en la Ciudad de México, así como otras siete estaciones de compresión, bombeo, recolección de gas, y de medición y control, una batería de separación y una central de distribución comercializadora de crudo.

Meteoros. Las lluvias amenazan con inundar por lo menos a 65% de la infraestructura petrolera clasificada como “AAA”.

La red nacional de ductos tampoco estaría a salvo de los fenómenos extremos del cambio climático. En total ocho mil 800 kilómetros lineales de ductos estratégicos, es decir, 52% de la red nacional cruza por zonas calificadas como de alto y muy alto peligro de inundaciones. En el documento publicado por el CMM se detalla que, de 111 ductos que fueron analizados, al menos 80 cruzarían por este tipo de regiones de peligro.

Los más vulnerables serían el oleoducto Cárdenas-Santa Cecilia, el ducto de combustóleo Salamanca-Irapuato, los oleoductos de Dos Bocas y el gasoducto La Pera-Ciudad Pemex.

En total, tres mil 600 kilómetros de gasoductos estarían en peligro de inundación, así como tres mil 400 kilómetros de oleoductos y mil 800 kilómetros más de poliductos.

“En general, más de dos mil 400 con alto peligro y más de seis mil 400 kilómetros en zonas de muy alto peligro por inundaciones” se establecen en el atlas. Adicional a este tipo de instalaciones, al menos 563 de 607 campos petroleros analizados cuentan con hectáreas clasificadas con alto y muy alto riesgo de quedar anegadas por el agua de lluvia.

Por tanto, 630 mil hectáreas que quedarían paralizadas tras las inundaciones. En sus conclusiones, los investigadores del CMM alertaron sobre la importancia de que Pemex tenga un plan de estratégico que mitigue los efectos que las inundaciones pudieran provocar en su infraestructura para evitar la “desestabilización de la seguridad nacional”.

El mar ganará terreno

Las regiones de playa de la llanura costera del Golfo de México, en la Península de Yucatán y la costa de Nayarit son tres zonas en las que el mar gana terreno con mayor intensidad. El análisis hecho por el CMM detectó 58 municipios costeros que están en peligro de perder territorio por la erosión de las costas.

El avance del mar tierra adentro con un radio de afectación de hasta 500 metros desde la línea de costa, coloca en riesgo al menos a 17 instalaciones estratégicas, que están ubicadas en Campeche, Yucatán, Baja California, Tabasco y Veracruz.

Estas dos últimas entidades concentran el mayor número de instalaciones petroleras del país.

De acuerdo con el atlas, las terminales marítimas de Dos Bocas en Tabasco y la de Veracruz, en ese mismo estado, son las que reportaron el mayor peligro ante la erosión de las franjas costeras, pues el retroceso de la tierra puede favorecer las inundaciones de sus instalaciones.

El CMM alertó que la pérdida de costas también provocaría problemas de “salinización de tierras, de aguas superficiales y de mantos freáticos por intrusión salina”, fenómenos que conllevarían la modificación espacial de los ecosistemas originales y la alteración de la vocación del suelo con efectos negativos en procesos de migración de la población, del desarrollo de infraestructura nueva y de otro tipo de actividades.

Sequía y humedad

La acumulación de humedad, vinculada con lluvias torrenciales también provocarían situaciones de riesgo por deslaves, principalmente en ductos, gasoductos, oleoductos y poliductos que cruzan Hidalgo, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, así como regiones de la Sierra Madre Occidental. Aunque 5% de este tipo de tuberías estaría en una situación de alto y muy alto peligro de deslaves, esa cifra corresponde a 38 kilómetros de poliductos, 21 kilómetros de oleoductos y seis kilómetros de gasoductos; así como cuatro mil 700 hectáreas de campos petroleros. Las sequías también amenazan la seguridad de la infraestructura petrolera nacional, principalmente en regiones del norte del país, en Guanajuato, Morelos, Guerreo, Oaxaca y Campeche, lo que equivale a 22% de las instalaciones propiedad de Pemex. De acuerdo con el último Anuario Estadístico publicado en 2014 por Pemex, a la fecha administra 448 campos de producción, nueve mil 77 pozos de explotación, 58 plataformas marinas, 11 complejos procesadores de gas, seis refinerías, siete complejos petroquímicos, 30 plantas petroquímicas, 19 terminales de distribución de gas licuado, 77 terminales de almacenamiento y reparto de petrolíferos y 18 buquetanques.