Después de la tragedia en Tlahuelilpan, que ha dejado más de un centenar de muertos, las procuradurías de Hidalgo y Ciudad de México y la Fiscalía del Estado de México buscan coordinarse para ubicar y ayudar a desmantelar bandas dedicadas al robo de combustible. Aunque este delito corresponde atenderlo al gobierno federal, funcionarios de estas tres instancias locales ya cuentan con un mapa criminal sobre cómo opera la ordeña de ductos de Pemex en la zona centro del país. La semana pasada se reunieron los titulares de la procuraría capitalina, Ernestina Godoy; de Hidalgo, Raúl Arroyo, y del Estado de México, Alejandro Gómez, y juntos informaron que su prioridad es ubicar y detener a delincuentes relacionados con este ilícito, en un trabajo conjunto con la Fiscalía General de la República.
Tan sólo en el Estado de México se ha reconocido que organizaciones delictivas como el Cártel Jalisco Nueva Generación y la Familia Michoacana se disputan el control del huachicoleo en los municipios de Huehuetoca, Atlacomulco, Acambay, Jilotepec, Axapusco, Acolman, Zumpango y Otumba.
Apenas el viernes, se encontraron cuatro tomas clandestinas en Otumba, donde incluso algunos campesinos reconocieron que participan en este ilícito.
En el Estado de México la pelea entre bandas dedicadas al robo de combustible ha provocado el secuestro entre grupos rivales, como ocurrió en septiembre pasado, cuando la Fiscalía rescató en el municipio de Tepetlaoxtoc a seis personas.
Para las autoridades de Hidalgo el huachicol representa un foco rojo. Pemex informó que en 2018 se hallaron 2 mil 121 tomas clandestinas. En lo que va de 2019 ya suman 164.
Ahora además de atender la emergencia de Tlahuelilpan también esperan una espiral de violencia por el asesinato de Julio César “Z”, alias “La Parka”.
La Procuraduría de Hidalgo, considera que habrá un reacomodo del crimen organizado en el municipio de Tezontepec de Aldama, donde operaba “La Parka”, cuyo grupo criminal es considerado uno de los más violentos.
En la Ciudad de México el problema está focalizado en la zona de Azcapotzalco, donde se han detectado, desde 2015, tomas clandestinas en bodegas por donde pasan los ductos de Pemex. Aunque comparado con Hidalgo y el Estado de México, el robo de combustible es menor, las autoridades no quieren que las cifras de este delito aumenten.
La semana pasada se creó la Comisión Metropolitana de Justicia integrada por El Estado de México, la Ciudad de México e Hidalgo y se espera que esta instancia de coordinación logre implementar un plan concreto para responder al crimen organizado en el corto plazo.
Hasta ahora, se ha revelado que la estrategia contempla combatir la delincuencia en el corredor Estado de México-Ecatepec-Tizayuca y Pachuca. En donde además del huachicol, diariamente ocurren delitos como robo de vehículos, trata de personas, robo con violencia a transporte público y de pasajeros, robo a transporte de carga, y secuestro.
Habrá que ver si los equipos de investigación, integrados por agentes de las tres dependencias, dan buenos resultados.
Según el fiscal del estado de México, Alejandro Gómez, la comisión iniciará sus trabajos con el intercambio de información de inteligencia, para después fijar los objetivos prioritarios.
El tiempo dirá si esta alianza da resultados o se convierte en una de tantas comisiones creadas para combatir el crimen organizado y que sólo sirvieron para que sus funcionarios se tomaran la foto.