Tragedia sin fin

19 de Abril de 2024

Raúl García Araujo
Raúl García Araujo
Reportero con andanzas en varios periódicos y ex coordinador de información en FOROtv de Televisa.

Tragedia sin fin

La construcción de un Hospital General en Cuajimalpa, en los terrenos de lo que fue el Materno Infantil de la alcaldía, es la mejor muestra del desinterés de las autoridades por las necesidades de la gente.

Desde que ocurrió la tragedia, que dejó un saldo de cinco muertos y 72 heridos el 29 de enero del 2015, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, prometió que en lugar del nosocomio destruido se levantaría un moderno hospital general.

Con el tiempo, el proyecto se fue postergando y el asunto se ha convertido en un problema transexenal, en el que no hay claridad, ni transparencia sobre los recursos que se supone se destinarían a la obra y el equipamiento.

En agosto del 2016, casi un año y medio después de que el estallido de una pipa de gas destruyó el inmueble, Mancera fue cuestionado sobre el tema, evadió la pregunta argumentando que un proyecto de la importancia y las dimensiones de lo que se había prometido requería de un manejo responsable.

Durante la administración de Mancera -quien ahora es senador- se descartó en primer término la promesa original de que el moderno hospital general quedaría concluido en agosto del año 2016.

Meses más tarde, en enero del 2017, el proyecto para realizar la obra civil, con un costo de 287.3 millones de pesos, se adjudicó a la empresa Prodemex. El convenio incluyó un plazo de entrega, en el que se contemplaba que la construcción debía estar lista en diciembre de ese año.

De nueva cuenta esto no se cumplió y en enero del 2018, el entonces secretario de Obras de la Ciudad de México, Édgar Tungüí, señaló que sólo se realizó el 10 por ciento de la construcción del nuevo hospital, debido a que el Seguro Popular no aportó los recursos que se esperaban para realizar el proyecto.

Los únicos trabajos que se realizaron en el predio de la colonia Contadero, consistieron en excavaciones y parte de la cimentación, que hasta la fecha permanecen abandonados.

Aún antes de que concluyera la anterior administración, el jefe de Gobierno José Ramón Amieva dio a conocer que se habían liberado 500 millones de pesos otorgados por el gobierno federal para realizar el proyecto, por lo que se lanzó de nuevo una licitación en la que se especificaba que la construcción del nuevo hospital debía iniciarse en octubre del 2018 y culminarse en diciembre de este año, sin contemplar su equipamiento.

Dicha promesa tampoco se llevó a cabo, debido a que surgieron nuevas inconformidades. Una de las principales consistió en temas ambientales y la falta de vialidades y en la saturación que un hospital de tal magnitud provocaría en la zona.

La obra quedó en olvido y se dejó en manos de la administración entrante de la capital, que ahora planea someter el proyecto a una consulta, tal y como lo acostumbra el presidente Andrés Manuel López Obrador con las obras de alta envergadura.

Entre las alternativas que se plantearon fue dejar el hospital en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Falta ver el desenlace que se tendrá si la consulta determina que la obra debe realizarse y la forma en la que se ataja el séptimo amparo que se ha interpuesto en contra de la construcción del hospital.

Lo que queda claro en este caso, es el descaro que hubo en la administración de Miguel Ángel Mancera, quien prometió una gran obra para paliar el dolor de una tragedia que los habitantes de Cuajimalpa recuerdan a diario en sus calles.