Desde 2013, la fortaleza de Savonlinna y los gélidos lagos de Saimaa, en Finlandia, han formado parte del entorno de Claudio Ordaz García, el primer director mexicano que ha fundado una orquesta en Europa.
Lleva más de 20 años fuera de México, aunque cuando comenzó su travesía no imaginó que residiría algún día en Finlandia. “Nunca me imaginé que tendría que ir hasta el otro lado del mundo a encontrar mi destino”, relató a ejecentral.
Pero todo se conjugó. Por un lado su maestro, el estonio Eri Klas, le ofreció una oportunidad para dirigir en ese país. Luego, su esposa, la clavecinista y pianista sueco-finlandesa, Anna Lindholm, tuvo la opción de ser maestra en el Instituto de Música de Savonlinna, ciudad de apenas 36 mil habitantes y fundada en el siglo XVII.
Ordaz se percató de que la ciudad no tenía orquesta profesional y en 2013, con 13 elementos, Claudio se convirtió en el director artístico y fundador de la Camerata de Savonlinna y, por ende, en el primer mexicano en hacer algo similar en Europa.
El conjunto tiene 34 ejecutantes y es auspiciado por la iniciativa privada. A dos años de su fundación ya fueron premiados por la Fundación Cultural Finlandesa por excelencia artística e innovación, algo que colocó a Ordaz en el plano internacional.
El músico asegura que su motivación reside en la búsqueda “de significados como en la música (...) Entre más nos concentramos en ser exitosos, más nos desviamos de ello. Esto, como la felicidad se da como resultado de otros factores”.
Filosofía orquestal
Claudio Ordaz asegura que aunque existen manuales de dirección orquestal, hay marcadas diferencias entre los directores que hacen una tendencia o un estilo, y la escuela de donde proviene cada director tiene mucho que ver con el estilo de dirigir.
En sus diferentes estancias y en sus visitas a México, comenta el músico, los jóvenes que se le acercan en busca de un consejo reciben la sugerencia de lo importante que es conocer otras disciplinas y artes, además de viajar, visitar museos, “nutrirse al máximo de expresiones artísticas” que son significativos, además de la tenacidad y la
paciencia.
Como director no cree que exista una fórmula para incentivar a una orquesta, más bien cree que “tiene que ver con la preparación y automotivación del director”.
Así que siempre recuerda una anécdota del compositor Arvo Pärt: “otro compositor ya reconocido le pregunta a Pärt ‘¿cuál es el secreto para plasmar su huella en la música?’ A lo que Pärt respondió: ‘Mire, si a usted no convence o no le gusta su propia música, es muy posible que a otra gente tampoco le convenza’”. En la dirección orquestal pasa algo similar, expresa Ordaz, “debemos revisar nuestro entusiasmo para comunicarlo a la orquesta y que esta lo transmita al público”.
Herencia. Claudio Ordaz pertenece a la cuarta generación de una familia de músicos de cámara del norte de México; en 2013, fundó la Camerata Savonlinna.