Cuidado México

19 de Abril de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

Cuidado México

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Nunca, las primeras dos décadas de cada siglo, han sido benévolas para la sociedad. Pero ahora, con un mundo donde todo se ha desbordado, parece que todo empeora como sólo puede hacerse con una nueva licuadora que marcha tan rápido que no da tiempo de ponerle la tapa antes de que salpique la mezcolanza para todos lados.

¿Esto qué significa? Problemas. Pero de los graves. El mundo se está enfrentando a una de sus batallas más serias. Campales. Es la lucha de la ignorancia contra la sociedad. Del odio, contra la diferencia. Del fascismo contra el liberalismo. De los que creen que saben más que otros.

Esto se mide fácilmente con el Brexit (que viene de “Britain Exit”). Sí, para los que lo dudaban, con lo de la salida del Reino Unido (¿o debiera decir ahora pequeña Inglaterra?) de la Unión Europea, quedó perfectamente demostrado que en la democracia, gana la mayoría de votos, aunque esos votos no representen a la mayoría.

¡Qué duro! Aquí en México nos había pasado ya, pero no se había visto tan claramente. Menos de la tercera parte de la gente votante, decide por el resto que no van a las urnas, ya sea por flojera, apatía, una llanta ponchada o cualquier otro motivo “válido”. Piénsenlo. Con una sola rebanada del pastel, deciden qué se debe hacer con el pastel entero. Es una dura lección para los pro - abstencionistas. Es una dura lección para el mundo entero y sí, también para México.

Después de la ¾innecesaria¾ votación del Brexit que el primer ministro Cameron promovió por populista, la Gran Bretaña (ahora llamada la pequeña), se ha visto sumida en una crisis social, política y económica, inimaginable hace unos meses. Para comenzar, se ha desatado la xenofobia. Se inundan las redes de videos donde los Brexits insultan, agreden e incluso quieren degradar a cualquiera que no se vea anglosajón, sean latinos, polacos o del medio oriente. En términos políticos, Irlanda y Escocia, que ayudaban a mantener al Reino “Unido”, ya hablan de convocar a elecciones pro-independencia. Y en términos económicas, la caída de la libra y las acciones de la bolsa, nos llevan a casi al mundo entero, de picada.

Les confirmo. Es una gran lección. Es imprescindible leerla correctamente.

La demagogia es definida en diversos sitios como “el empleo de halagos, falsas promesas e impulso de creencias o dogmas que son populares pero imposibles de cumplir, para convertir al pueblo en instrumento de presión política para otros medios distintos a los prometidos”. ¿Les suena? ¿A Venezuela? ¿A Bolivia? ¿Nicaragua? ¿Hitler? ¿Mussolini? ¿Trump?

Ha comenzado la espiral del descenso a los infiernos. Los nacionalistas fascistas compran tiempo. Están reviviendo. En Bélgica, en Francia, en los Estados Unidos, en México (no se trata de la izquierda o la derecha porque el espectro político es una herradura cuyos extremos se juntan) y en muchos lugares del mundo, se retoma el viejo discurso contra el capitalismo, el inversionista extranjero, la luna y cualquier excusa en aparente, “externa” que pueda ser culpada.

Son tiempos duros. Estamos amolados. Hay que tener cuidado y no cometer los errores populistas que en otros lados. Y sobretodo, no dejar de votar. El gran triunfador de estos tiempos es el abstencionismo. Cuidado, México, cuidado. No te dejes engañar por el populismo nacional fascista. .