Los nombramientos … de la 4T …

19 de Abril de 2024

Laura Borbolla
Laura Borbolla

Los nombramientos … de la 4T …

Hace un año, inició la publicación de este espacio, a través del cual, he dado cuenta de un sinfín de situaciones vinculadas con los temas de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, de fenómenos legislativos, relacionados con el modelo político que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador mismo que todos conocemos como la 4T. Y en varias de las columnas he planteado el análisis de los nombramientos de personas que ocupan cargos importantes para el país. Sin duda, en lo particular considero el tema trascendente, ya que, la persona y su personalidad imprimen un sello de la casa, al respecto el tema ha sido muy aleccionador. Sobre todo por las decisiones del presidente en temas especialmente relacionados con personas de su entera confianza y lealtad personal, como en el caso del titular de Pemex, entre otros por citar algunos ejemplos.

Los procesos de designación de los servidores públicos de alto nivel, en este y muchos otros países son de tipo político, meritocrático de oposición e híbrido. Evidentemente, los del tipo político, tienen variables, como la discrecionalidad, amistad, lealtad personal, filiación partidista, etc. Los del modo meritocrático de oposición, tienen que ver más con perfiles profesionales, especialistas en cierta área de la administración pública, servicio civil de carrera, análisis de competencias, etc y sujeción a examen, escrutinio o procesos de evaluación. Los de tipo híbrido, tienen características mezcladas de los dos anteriores, deben de ser la excepción, sin embargo, en países con democracias incipientes como la nuestra son más bien el pan nuestro de cada día, quizá pueda haber personas que sean institucionalmente leales, con sentido político y con suficientes conocimientos y experiencia probada, sin embargo, cuanto se trata de ocupar posiciones de contra peso sobre todo en el ámbito político o de ejercicio del poder, para ocupar las distintas responsabilidades, es que se requiere la propuesta de un poder, que normalmente es el ejecutivo y la ratificación de otro, que por lo general es el legislativo.

De lo anterior, es que se desprende de facto y teóricamente, la necesidad de que las personas que tendrán ciertas encomiendas y responsabilidades tengan un doble o triple aval para desempeñar con estricto apego al marco legal el encargo, normalmente se requiere de cuando menos tres personas es por eso que se formulan ternas para consideración del órgano que ratifica la propuesta. Un nombramiento, debe contar con características esenciales por el bien institucional, político, democrático y personal, por un lado la persona debe tener buen nombre o buena fama, esto es subjetivo a interpretación sino se colocan indicadores que fijen mínimos y máximos en términos de ética, moral y conflicto de intereses entre aspectos personales, laborales y económicos que comprometan la función para la cual esta propuesta una persona. Además en ocasiones se tiene como requisito para ocupar el encargo una profesión, por ejemplo no puede ser Fiscal General de la República quien no sea abogado con ciertos años de experiencia, ya que la naturaleza del encargo implica toma de decisiones basadas en el conocimiento del derecho.

Ejemplo de los nombramientos en cuestión son los de los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Magistrados de diversas materias, los titulares de órganos constitucionalmente autónomos, organismos públicos desconcentrados, consejos ciudadanos, Secretarios de Estado entre otros.

En México en muchos casos el titular del Poder Ejecutivo, propone y el legislativo dispone, existen por ley distintos requisitos para cada encargo, como incluso que porcentaje de legisladores tienen que avalar la decisión en algunos casos puede ser la mitad más uno, en otros es la mayoría calificada que es las tres cuartas partes del total de los legisladores presentes en la sesión el día de la votación y no les quiero hacer el cuento más largo pero la ley es muy específica para cada caso. Ya lo he dicho “el perfil, si importa”. La base de estos procesos es la conformación de pesos y contrapesos para mantener la balanza equilibrada en la toma de decisiones por el bien del país y generar gobernanza.

Sin embargo, el nombramiento debe de ser de mutua responsabilidad, tanto del que propone como del que es propuesto. Siempre he tenido presente una frase que mi papá me decía: “la corrupción empieza y termina contigo, tú sabes, qué sabes y cuán capaz o no eres, aceptar un puesto para el que tú sabes no tienes experiencia no te hace apto para tomar decisiones asertivas y mucho menos para dar buenos resultados, los impuestos de los mexicanos no pagan para que aprendas, sino para que resuelvas, así que estudia y prepárate para cuando te toque llegar a ese punto, no te me apendejes”.

Lo anterior, viene a colación a que en la semana previa al “Buen Fin” y/o último puente del año, el Senado de la República hizo varios nombramientos, uno de ellos ha sido muy mencionado por los medios, me refiero al de la nueva titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sin embargo, también hicieron nombramientos de dos consejeras de la judicatura del poder judicial federal, el viernes pasado, el presidente anunció la propuesta de terna que enviará de la ministra de la corte, que sustituirá al exministro Eduardo Medina Mora, he de decirles que tengo sentimientos encontrados, por un lado mucho gozo de que todos los nombramientos son y serán ocupados por mujeres, sin embargo, me frustra ver el desaseo con el que se han validado algunos perfiles y requisitos.

Sí, los creadores de las leyes, no son garantes del cumplimiento de las mismas, tenemos una debilidad institucional atribuible a funcionarios públicos con nombres y apellidos, que deberán de tomarse en serio que en un futuro no muy lejano, podrán ser sujetos de evaluación en sus actos y resultados como todo servidor público. A pesar, de sus decisiones, debemos de ponderar la fortaleza de las instituciones y como sociedad, estar atentos y pendientes de que las personas asignadas a un encargo de alta responsabilidad, cumplan con el juramento que hacen al protestar el cargo, “respetar, cumplir y hacer cumplir la ley” y sino que el pueblo se los demande.

Sin duda, los nombramientos serán un tema de análisis constante y el paso de estas mujeres y hombres en los distintos espacios de la administración pública a nivel federal imprimirá o dejará impregnado para bien y mal en los anales de la historia de México la versión de gobernar de la 4T. Esas son cosas de forma que hacen fondo.