Guerrero: de la “contundencia” al toque de queda

25 de Abril de 2024

Guerrero: de la “contundencia” al toque de queda

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En la última semana, la ola de violencia en Chilapa por choque de cárteles deja 26 muertos

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Jonathan Nácar

Reforzamientos, coordinación interinstitucional, más elementos, más operativos, pero todo ha sido en vano: Guerrero es el epicentro de la violencia entre grupos criminales y, aunque las autoridades reiteran que actúan en consecuencia, el abandono institucional ha provocado que los habitantes sean quienes impongan medidas de protección para sobrevivir.

En esa espiral de violencia, también en Cancún, Quintana Roo, se revivió el clima de violencia que azotó a la ciudad a inicios del año, y el martes 14 de marzo ocurrieron asaltos violentos y enfrentamientos armados que dejaron un saldo de un policía muerto y tres más heridos.

Desde el 17 de enero pasado se registraron ataques contra varias dependencias de gobierno y balaceras en centro nocturnos.

En Guerrero, el municipio de Chilapa presenta el síntoma más claro de la descomposición social y la ola de violencia que en la última semana provocó el asesinato de al menos 26 personas en la región. Para el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, existe “algo muy fuerte en medio” de las agrupaciones delictivas. Y es que en los últimos meses han sido por lo menos tres los anuncios de reforzamiento de seguridad para intentar aminorar los efectos de las rivalidades entre grupos antagónicos, sobre los escasos resultados, el miércoles 15, el mandatario refirió ante medios locales: “esto nos obliga a ser más contundentes, a tener una mayor presencia, no quiere decir que no la tengamos. Ha sido una etapa difícil que a nadie nos gusta y a nadie nos conviene”.

>TESTIMONIO. “El sentir de los pobladores al verse en medio de una balacera o encontrar cuerpos sin vida en las calles ha generado pánico como si hubiera un toque de queda”, refiere un testimonio publicado por la prensa de Acapulco.

Aunque las víctimas colaterales de los enfrentamientos han alcanzado casos como el de un menor de 14 años, quien fue secuestrado y torturado, y una mujer embarazada, quien murió baleada en Chilapa, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, minimizó el hecho a “un conflicto entre delincuentes (Los Rojos y Los Ardillos), y es sobre ciertos organismos y sobre ciertas personas, y a pesar de que no está tranquilo, la gente sigue viniendo”.

Pero la verdad es diferente. De acuerdo con diversas publicaciones en redes sociales y medios locales como El Sol de Acapulco, han sido los propios habitantes, víctimas de esta violencia, quienes optaron por medidas para intentar auto protegerse y evitar ser víctimas.

El temor se ha extendido y, en consecuencia, el alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva, urgió sobre la necesidad de “blindar” la capital del estado para contener los efectos del llamado “efecto cucaracha”, y para ello anunció la construcción de Bases de Operaciones Mixtas Urbanas y Suburbanas (BOMUS) en los accesos de la ciudad.

En otro reforzamiento de seguridad en Chilapa de Álvarez, desde inicios de esta semana se informó sobre el arribo de un centenar de elementos estatales, en suma con los 500 militares que ya tienen presencia en la localidad.