Cultivar tus propios ingredientes en casa es altamente gratificante. Muchas veces nos imaginamos que necesitamos contar con un buen jardín o un espacio amplio para tener un huerto en casa. Sin embargo, esto no es cierto, hasta en una maceta en una ventana soleada uno puede empezar a montar su propio huerto urbano.
En un mundo en el que estamos tan preocupados por lo que comemos, el tener un huerto en casa, no solo garantiza que puedes tener los ingredientes más frescos, sino que también sabes de adonde vienen estos productos y cómo se cuidaron. Además, te garantizo que no hay mejor experiencia que poder probar algo que tu mismo cuidaste.
Justo en un estudio publicado por los holandeses Agnes E. Van Den Berg y Mariette H.G. Custer en el “Journal of Health Psicology” encontraron que el realizar labores de jardinería tiene un impacto en la reducción de estrés al reducir los niveles de Cortisol, conocida como la hormona del estrés. Esta hormona sin duda afecta mucho más que el buen humor, ya que altos niveles en el cuerpo resultan en un mayor riesgo de padecer de funciones inmunológicas, obesidad, problemas de comprensión y memoria, así como enfermedades cardiacas. Además, el tener un huerto en casa puede tener un efecto favorable en tu bienestar general, tanto que hoy en día en muchos hospitales, encontramos el uso de terapia de horticultura, recomendada sobre todo para pacientes que padecen depresión, así como otras enfermedades mentales.
Pero siempre empezar a cultivar tu propio huerto puede ser intimidante, sin embargo es más fácil de lo que te imaginas. Recientemente, me animé a tomar un curso de inducción al Huerto Urbano con Huerto Romita (www.huertoromita.com). Así, una mañana de sábado la dediqué a aprender sobre como empezar a crear un huerto urbano, como plantar y germinar las plantas, así como alimentarlas y entender los distintos requerimientos nutritivos de plantas, así como las asociaciones benéficas que existen entre cultivos.
Lo que me quedó claro después de esta experiencia es que adentrarte en este mundo del cultivo es más fácil de lo que nos imaginamos. Ya sea empezando en una pequeña maceta o en un espacio más grande, lo importante es monitorear que la planta esté saludable y cuente con el agua y luz suficiente para crecer. Lo demás, conforme vaya surgiendo, podrás resolverlo con una rápida consulta en Google, como pasó el otro día que llegó una plaga a mi jitomate y en línea encontré el remedio que terminó con ella en un dos por tres.
Ahora que empieza la primavera es un momento ideal para empezar a pensar que te gustaría cultivar. Tal vez si eres alguien que disfruta de cocinar con hierbas de olor, ¿porqué no comprar unas macetas con distintas hierbas? O si tienes un espacio más grande en donde puedan llegar las abejas para polinizar la planta, ¿qué tal animarte a sembrar tus propios jitomates?
A veces en esta vida ajetreada citadina que tenemos, es bueno pensar en buscar actividades que enriquezcan nuestra alma y nos brinden paz interior. Por eso, te invito a que esta primavera empieces por crear un espacio verde en tu casa que no sólo se verá bonito, sino que también te dejará disfrutarlo en la cocina al incluirlos en tus platillos.
Espero que tengas un buen día y recuerda; ¡hay que buscar el sabor de la vida!