Huracán y elecciones

19 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Huracán y elecciones

AFECTACIONES TRAS EL PASO DEL HURACÁN PATRICIA

51024192. Lázaro Cárdenas. Mich. 24 Oct. 2015 (Notimex-Javier Lira).- Pescadores del poblado Caleta de Campos, limpian sus lanchas y observan al mar después del paso del huracán Patricia. NOTIMEX/FOTO/JAVIER LIRA OTERO/JLO/DIS/PATRICIA15

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JAVIER LIRA OTERO/NOTIMEX

El Huracán fue leve y el gobierno actuó bien; mal si a algunos no les gustó.

  1. Anticipar efectos del Huracán “Patricia”.

Obligado resulta referirse al paso del Huracán “Paulina”, el cual, monstruoso como era, habría de golpear las costas de los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, además de afectar a Michoacán y, más al norte, pegar también en Zacatecas y Coahuila, entidades que por sus características estarían también expuestas a riesgos dadas las avenidas potenciales o deslaves que suelen presentarse en la zona serrana o el árido México.

Más allá de las medidas preventivas correctamente dispuestas por el Gobierno Federal y los gobiernos locales, resulta relevante la acción de la sociedad que supo seguir las directrices de protección civil, así como la solidaridad y disposición al apoyo mostrada por los diferentes actores políticos y económicos.

Hubo sin duda afectaciones, por lo que la provisión de medidas de seguridad y abasto inmediato a cargo de los soldados, marinos y organismos de protección civil, además de las brigadas de Comisión Federal de Electricidad y CONAGUA que han estado actuando, han sido más que relevantes.

Ahora, han empezado a aplicarse las medidas de remediación, en donde los fondos previstos para atender emergencias y desastres naturales requerirán aplicación oportuna, subrayando la transparencia y honestidad en el ejercicio de los recursos. Transparencia obliga, pues en otras situaciones de emergencia, la aplicación de los recursos ha dado lugar a innumerables desvíos o manipulaciones que tienden a enardecer a la población.

Relevante también ha sido que la disposición de ayuda y el despliegue de grupos de socorro ha transcurrido sin sesgos partidistas ni distinción de grupos, con excepción quizá del oportunismo mostrado por el aspirante panista al gobierno de Colima, Jorge Luis Preciado, quien intentara llevar agua a su molino en una gira presidencial de supervisión que se estaba realizando en áreas afectadas de esta entidad.

Tras acotar que se debía trabajar en la reconstrucción sin ánimo electorero, el Presidente de la República dispuso la instalación de centros de socorro y emergencia, por lo que sólo por ayudar, es que los partidos podrían actuar.

Como ha dicho el Presidente Peña Nieto, se vivirán aún días difíciles tras el Huracan “Patricia”, pero lo mejor es que no hubo una catástrofe que lamentar, por más que a algunos no les hubiera parecido que el meteoro perdiera la terrible fuerza que traía al entrar a tierra y chocar con la Sierra Madre Occidental.

Habrá sin duda consecuencias. La expedición de un decreto de zona de desastre natural se ve inminente, para que los recursos del Fonden y de las aseguradoras se apliquen de inmediato en las acciones de remediación a la población afectada. Quizá, por fin, hayamos aprendido qué hacer para prevenir y anticipar efectos perniciosos de las contingencias naturales.

  1. El Caso Colima.

Otro tema obligado resulta el caso Colima, elección anulada en un contexto alevoso, por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Un punto no menor debiera ser el que la FEPADE actuara por vez primera de oficio y procesara judicialmente al injerencista Secretario de Desarrollo Social de Colima, Rigoberto Salazar Velasco, como el delincuente electoral confeso que ha mostrado ser. Un viejo principio de Derecho señala que lo accesorio sigue la suerte de lo principal y, si la elección fue anulada por la injerencia de este delincuente electoral, no hay razón alguna para que se quede sin el debido castigo previsto en la ley.

Derivado de la presentación de una prueba de carácter superviniente por parte del Partido Acción Nacional, en la que el titular de la Secretaría de Desarrollo Social del Estado de Colima acepta ante el Congreso del Estado en una comparecencia ante esa Soberanía, que es suya la voz que se escucha pidiendo que, por instrucciones del Gobernador del Estado Mario Anguiano, se lleven a cabo diversas acciones a favor de los candidatos del PRI, cuyas grabaciones el PAN presentó como prueba en su impugnación en contra del resultado de la elección de Gobernador que habían acreditado el triunfo del priísta José Ignacio Peralta Sánchez, así fuera por solo 503 votos.

Al respecto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, haciendo uso de una liberalidad interpretativa casi temeraria, determinó anular los comicios de aquella entidad y ordenó al Congreso Local convocar a elecciones extraordinarias, instruye al Instituto Nacional Electoral para que haga uso de su facultad de atracción y organice las elecciones nuevamente al considerar que se viola lo dispuesto por la Fracción V, del artículo 59 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Colima, el cual establece expresamente al Gobernador del Estado la prohibición de “intervenir en las elecciones para que recaigan en determinada persona, ya sea por sí o por medio de otras autoridades o agentes, siendo éste motivo de nulidad de la elección y causa de responsabilidad”.

Por lo tanto, es conveniente analizar lo que las normas locales disponen sobre la celebración de elecciones extraordinarias en aquella entidad, cuando se trata de la ausencia del titular del Poder Ejecutivo. El artículo 57 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Colima dispone que ante la imposibilidad de tomar posesión del cargo por parte del electo o la elección no estuviere hecha por cualquier motivo (en este caso por la referida anulación de la elección) el Congreso nombrará un gobernador interino de una terna propuesta por el grupo legislativo del partido al que pertenezca el gobernador y éste convocará a elecciones, no debiendo exceder el interinato de un periodo de dos meses. A su vez, el artículo 27 del Código Electoral del Estado de Colima dice que las bases y los tiempos de la elección se establecerán en la convocatoria que al efecto expida el Congreso y señala que una vez designado el Gobernador Interino y que el mismo tome posesión el 1º de noviembre próximo, se contará con un plazo no mayor a 10 días para expedirla y dar inicio con el proceso electoral, obligando a las autoridades electorales (en este caso el INE que por resolución del propio Tribunal Electoral deberá organizar las elecciones de Colima) a ajustar los plazos del proceso y publicarlos en el Periódico Oficial del aquella entidad. Dado que el Artículo 57 de la Constitución de Colima establece que el periodo del gobernador interino no podrá exceder de sesenta días, que se estarían cumpliendo el 1º de enero de 2016, el calendario electoral tendría que estar comprendido entre el 1º de noviembre y el 31 de diciembre, incluyendo la parte jurisdiccional por si hubiera que desahogar (otra vez) imputaciones. Sobre estas bases, y tras exhorto por desacato emitido por el Tribunal Electoral al Congreso de Colima –la mayoría del PAN pretendía imponer su criterio para elegir al gobernador interino de otra terna que les fuera afín—finalmente resultó electo el notario Ramón Pérez Díaz, por un periodo del 1 de noviembre al 18 de enero como límite, tiempo que si bien excede los 60 días previstos en la Constitución, resulta necesario para que el Instituto Nacional Electoral pueda organizar la elección extraordinaria y el Tribunal Electoral resolver cualquier otra impugnación que pudiera presentarse.

  1. Corolarios de Colima.

No es desdeñable el corolario esgrimido al argumentar la sentencia de anulación: que serviría de mensaje a los gobernadores de las entidades de la República que suelen intervenir en los procesos electorales.

Dado que el próximo año habrá 13 procesos electorales locales, amén del extraordinario de Colima, las ingerencias de los gobernadores en los procesos electorales podrían estar resultando el punto más socorrido para impugnar las elecciones.

No es difícil imaginar lo que sucederá en entidades como Veracruz, Chihuahua, Oaxaca o Puebla, en donde los gobernadores están dando muestra de que van a intervenir en los procesos políticos y electorales, creando dificultades adicionales a las que tiene ante sí el PRI para contender con éxito.

De por sí el PRI ya la tenía complicada con la irrupción de las candidaturas independientes que están desbordando los procesos internos de los partidos en varias entidades, a la manera del mítico “Bronco”; adicionalmente, los partidos que debieran ser antagonistas, el PAN y el PRD, están negociando coaliciones perrepán para generar el efecto útil por un lado, pero también el frente antiPRI por el otro, que en el priísmo parecía obvio enfrentar con procedimientos de unidad.

Sin embargo, el activismo de algunos gobernadores está haciendo de la unidad una imposición, que bien podría ir abonando el terreno de las controversias en los tribunales, al aportar los elementos necesarios para que el Tribunal Electoral declare la nulidad de una elección.

Si en los partidos no logran civilizar a los gobernadores, el complicado escenario político-electoral del 2016 se volverá un territorio minado para los propósitos de elecciones libres, competitivas y justas, que estaría buscando al menos mantener la estabilidad política. Ya lo advirtió el Tribunal Electoral.

  1. Elecciones presidenciales en Argentina.

El domingo pasado se realizaron elecciones presidenciales en Argentina y Guatemala, en las que también pueden verse otras lecciones electorales.

En Argentina, en donde se dirime la Presidencia de la República, las gubernaturas y el Congreso Nacional, todo apunta a un triunfo del peronismo/kirchnersimo pero no en una primera ronda.

No se perciben vientos de cambio, con la presidenta Cristina Fernández campañeando abiertamente a favor del candidato oficial Daniel Scioli, ex gobernador de la provincia de Buenos Aires. Para Scioli, el reto era ganar en primera vuelta, en donde necesitaría el 40% de los votos y superar por 10 puntos a su más cercano competidor; pero al no suceder esto, la elección se irá al ballotage, es decir, segunda vuelta entre él y el opositor Mauricio Macri.

Las encuestas muestran que Scioli tenía una posibilidad entre 39 y 41% de las preferencias, en tanto que su competidor del radicalismo, Mauricio Macri, también ex alcalde de Buenos Aires, estaría por debajo del 30%.

La previsión era que, si la elección se iba a segunda vuelta, el voto útil contra Scioli pudiera darle la vuelta a la situación, con ese tipo de alianzas antisistema que suelen construirse en el ballotage. Por ello, el oficialismo habrá de lanzarse con toda su capacidad a lograr el triunfo en la segunda vuelta, decididos a no correr más riesgos.

Una vez resuelta la justa presidencial, quien gane deberá volver a la realidad y enfrentar una situación complicada. Tras las elecciones, Argentina deberá enfrentar la difícil situación mundial, en donde la postura proteccionista seguida por la presidenta Fernández tendrá que tener un giro, anticipado de alguna manera por Scioli. La devaluación del peso argentino, dicen, es inminente para devolverle competitividad a la economía argentina. Lo que se percibe, entonces, es que tras las elecciones, habrá una “guerra” en el peronismo, para alejar a la presidenta Fernández de la conducción de la política nacional.

  1. Doble vuelta en Guatemala.

En Guatemala, finalmente se cumplieron los pronósticos y se eligió el domingo al Presidente y Vicepresidente de la República en una segunda vuelta electoral a la que obliga la ley cuando ninguno de los aspirantes alcanza el 50% más uno de los votos en las elecciones generales. En la votación del 6 de septiembre pasado, en las que se renovó el Congreso (unicameral, de 158 escaños), los dos candidatos más votados fueron el comediante Jimmy Morales, del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación, ultraderecha), y Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, social demócrata).

Morales y el FCN-Nación, una organización surgida en el seno de la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua), alcanzaron en septiembre pasado el 23,85% de sufragios en tanto que Sandra Torres logró el segundo lugar con el 19,76 %. Morales es consciente de que se benefició del voto de castigo, en unos comicios en los que los guatemaltecos salieron a votar masivamente (el 71,33% del censo electoral, la concurrencia más alta desde el fin de las dictaduras militares en 1985), con un propósito: castigar al candidato oficialista Manuel Baldizón, a quien se consideraba la continuidad del régimen corrupto de Otto Pérez y Roxana Baldetti, ambos en la cárcel.

Todas las encuestas postelectorales dieron por ganador al ex comediante Jimmy Morales, un cómico de la televisión con escasa experiencia política práctica. Según la muestra, Morales alcanza el 67,9 % de intención de voto, frente al 32,1% de su rival, Sandra Torres Casanova, ex esposa de Álvaro Colom gobernante entre 2008 y 2012.

La explicación de cómo un personaje ajeno a la política, sin ninguna experiencia en la administración pública, sin un grupo parlamentario importante (tiene entre 12 y 15 diputados en un Congreso de 158 escaños) y con un partido de orígenes oscuros se haya convertido en el presidente de Guatemala, se encuentra en el hartazgo de la ciudadanía hacia el ‘político tradicional´, que en el país centroamericano es sinónimo de corrupción.

Sin embargo, los analistas coinciden en que la elección “de revancha” de Jimmy Morales sobre los corruptos, está lejos de lograr instaurar un gobierno estable. Se le ve como un gobernante de transición, con escasa capacidad de impulsar un programa de gobierno propio y que será rehén de un Congreso que le es opositor en su mayoría. De ahí que, en su agenda inmediata, debería proponer una refundación del Estado, para intentar contar con una mayoría legislativa que le permitiera gobernar, o bien, dar paso a otra Presidencia que esté en mejores condiciones para encabezar la renovación nacional.

Esta situación podría ser la más dura crítica al sistema de doble vuelta electoral: que el Presidente obtenga el triunfo, en este caso, por casi el 68% de los sufragios, no significa que cuente con una mayoría legislativa para gobernar, lo que sí es posible construir cuando se dispone de algún mecanismo para establecer un gobierno de coalición. Quizá a Jimmy Morales sólo le quede, en el futuro inmediato, convocar a un gobierno de salvación nacional que habrá de requerir, sin duda, de mucha cooperación internacional, inclusive de México.