El nombre Donald Trump nunca cesa de causar controversia. En una reciente encuesta realizada por la Universidad de Quinnipiac, los participantes aseguraron que lo primero que se les viene a la mente cuando escuchan el apellido del mandatario de Estados Unidos es “idiota”, seguida de “incompetente”, “mentiroso”, “líder”, “no apto”, y finalmente, en sexto lugar, “presidente”. El análisis adquirió popularidad cuando un columnista del New York Times y profesor de filosofía, Eric Anthamatten, escribió un artículo al respecto titulado"Trump and the True Meaning of ‘Idiot”'en el que analiza el significado etimológico, histórico y social de la palabra “idiota”.
Anthamatten define al idiota como “preadolescente” y “parasitario egocéntrico” que “sólo se habla a sí mismo”. El académico expresa que, debido a la evolución humana, la preservación propia de criaturas como nosotros requiere también una preservación social. “El ‘yo’ es en su propia existencia también ‘nosotros’”, escribe.
“El idiota no entiende esto, y por lo tanto no entiende cómo llega a existir, cómo es parte de una ecología mayor. Al idiota no le importa nada la vida pública, mucho menos el servicio público. Al idiota solo le importa su propio nombre. El idiota, por medio de sus acciones, puede destruir el cuerpo social. Eventualmente, el idiota se destruye a sí mismo, pero al hacerlo, potencialmente aniquila a todos junto con él. Es una bomba que hace ‘tic tac’ en el espacio público”, concluye.
El artículo recibió más de 1019 comentarios, al punto que el diario tuvo que cerrar la sección. En su mayoría, los lectores se mostraron de acuerdo con la opinión del autor y alabaron su trabajo. Pero, tal y como era de esperarse, no faltó el que estuvo en desacuerdo y catalogó el escrito como “basura”, “deshonesto” y “parcial”. AS/RB