Foto: @UnoNoticiasRedacción ejecentral
La Arquidiócesis Primada de México consideró que suspender el aumento en el precio de las gasolinas por motivos electorales sería “otra bomba a estallar en las manos”, luego de que Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó a inicios de febrero que mantendría sin cambios el precio máximo del combustible, al menos hasta el 17 de febrero, con respecto a los niveles observados en enero.
En su edición dominical del semanario Desde la Fe, se señala que “no sería justo distraer la atención pública dilatando gasolinazos ante las elecciones próximas, particularmente en el Estado de México, poniendo en riesgo la victoria del partido dominante”.
Precisan que un eventual incremento en el costo del combustible no sería aceptado y que lejos de haberse diluido, algunos sectores de la sociedad mantienen una resistencia activa para revertir la medida. 
El texto editado por la arquidiócesis que encabeza el cardenal Norberto Rivera, puntualiza que en enero pasado, los obispos de México aspiraban “a que México sea un país cuya meta esté en función de que cada persona tenga acceso a un techo, a una tierra y a un trabajo”.
Detalla que los mexicanos deben soportar el cansancio de “tener un gobierno que dice estar tomando medidas de austeridad para estabilizar la situación, pero que se han quedado demasiado cortas. Basta con conocer la fortuna que nuestras autoridades invierten en festividades y premios, para darnos cuenta que hay muchos rubros por recortar antes de castigar aún más al empobrecido pueblo mexicano”.
En este sentido, el texto dice que de acuerdo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el gobierno federal derrochó en 2016, con cargo al erario, casi 30 mil millones de pesos en festejos y premios a servidores públicos.
Insiste en que México debe ser menos dependiente del exterior, “pero sobre todo, reducir las drásticas brechas entre riqueza y pobreza, y hacer, verdaderamente, un gobierno austero sin privilegios para unos pocos, recortar los salarios millonarios y evitar lo superfluo. Como afirmarían los obispos de México ‘el desarrollo social no es dar ayudas intermitentes’”, finaliza el texto.