La multitud ha sido en todas las épocas de la historia arrastrada por gestos más que por ideas. La muchedumbre no razona jamás. Gregorio Marañón (1887-1960) Médico y escritor español.
No puedo ocultar la furia que me provoca, como a la mayoría de los mexicanos, la escena que se publicó en las primeras planas de casi todos los periódicos del país, en donde un cretino le tusa el cabello a dos maestros mayores de 60 años de edad, que resignadas ante una chusma, aceptan las vejaciones y humillaciones un grupo de salvajes que se ostentan como maestros.
Los rostros de las maestras, me remontan a mi niñez, cuando los maestros no sólo eran respetados, sino que su influencia en las familias era mayor a la de los curas. La educación de los niños era tomada en serio por el Estado. Ni pensar en actos de salvajismo como los que hemos visto en los últimos años.
La muchedumbre no razona, no acepta que otros piensen diferente, no tiene control. Si a ello se le añade los “líderes” fascistoides, mentirosos, corruptos, mediocres y todos los calificativos que puedan venir a tu mente, así como un ambiente de hambre y miseria, se convierte en una masa incontrolable.
No es la primera vez que los maestros de la Coordinadora del Magisterio humillan a maestros que no coinciden con sus ideas y, sobre todo, con sus operaciones de presión al gobierno. Varias veces, en los medios de comunicación, hemos visto humillaciones similares.
Lo peor de todo es que el gobierno les tiene pánico. No aplica la ley con todo el rigor que merecen este tipo de delitos. Sólo mandan a los salvajes mentores, extrañamientos o castigos administrativos. Las víctimas no presentan denuncias ante las autoridades judiciales, por temor a represalias. Fueron intimidados hasta la ignominia sin que ninguna autoridad los defienda.
Las manifestaciones públicas, siempre y cuando no afecte el derecho de terceros y de las mayorías, deben ser respetadas y protegidas. Pero estas exhibiciones similares a las que hacían los fascistas de Mussolini, Stalin o Hitler, simplemente deben ser castigadas.
A los gobiernos no les debe temblar la mano para aplicar la ley y acabar con la impunidad. Un gobierno que permite la impunidad, convierte al territorio bajo su responsabilidad, en “estados fallidos”. El costo de la incompetencia gubernamental en la aplicación del Derecho, como siempre, lo paga la sociedad y a muy altos costos.
PODEROSOS CABALLEROS.- Venezuela navega por las aguas de la amargura. El pueblo se muere, literalmente, de hambre, el gobierno del izquierdista Nicolás Maduro, no quiere dejar el poder. Está enquistado con el apoyo de grupos militares que se han enriquecido al amparo de elecciones de sospechosa operación. Amigos venezolanos, preparados y que anteriormente eran clasemedieros, ahora están en la miseria. Incluso aniquilaron sus ahorros para la compra de medicinas, alimentos y hasta papel higiénico. Es un drama social de magnitudes catastróficas y, pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, se ve difícil que incompetentes que hablan con “pajaritos”, como Maduro, dejen el poder. Ellos viven en el despilfarro. Estos son auténticos “potentados”, como diría el clásico de la izquierda. *** El gobierno de San Luis Potosí, que los encabeza Juan Manuel Carreras, destinará durante este año 400 millones de pesos como parte de la inversión que realiza para la instalación de la armadora Ford en territorio potosino; el próximo año deberán de aportar otros 600 millones. Carreras solicitó al Congreso la autorización para donar un terreno de 220 hectáreas a la empresa Ford Motor Company, que anunció en abril pasado una inversión de más de mil 600 millones de dólares. *** Air Canadá reabrió la ruta Ciudad de México-Montreal, a partir de éste verano, a través de su filial Air Canada rouge. Este año contará con cinco frecuencias semanales con aviones Airbus 319.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA.- Pronatura, reconoció que la farmacéutica Chinoin fue pionera en la neutralización de emisiones contaminantes. Cada año se mide la huella de carbono de la empresa, su consumo de combustible, refrigerantes y electricidad; todo esto se traduce a toneladas de CO2 y con este panorama es posible reducir los gases tóxicos y compensar a través de la compra de bonos de carbono forestales. La compañía invirtió 5.7 millones de dólares para reducir hasta en 80% las emisiones de C02 al ambiente, gracias a la utilización de una planta de trigeneración de energía y que le permite generar energía eléctrica los 365 días del año.
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