“La no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre”.
Mahatma Gandi
Hay razones para considerar que en ciertos aspectos nos encontramos mejor que hace un par de décadas: la esperanza de vida ha aumentado considerablemente desde 1970; la mortalidad infantil continúa descendiendo; las cifras de natalidad han disminuido, lo que podría permitir comenzar a mitigar la sobrepoblación; la desigualdad global en los ingresos se ha reducido; la tasa mundial de cobertura de la vacunación es de aproximadamente de 86% y al menos 7 de cada 10 personas cuentan con acceso a agua potable; desafortunadamente, esto aún no es suficiente, el miedo, la corrupción, la injusticia, la pobreza, y la violencia aún imperan en las sociedades.
Hoy 2 de octubre durante el natalicio de Mohandas Karamchand Gandhi, mejor conocido como Mahatma Gandhi se celebra el día internacional de la no violencia, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas el 15 de junio de 2007 con la finalidad de expresar su deseo de asegurar una cultura de paz, tolerancia y entendimiento. Esta práctica ético-política rechaza la agresión en cualquiera de sus formas, se opone a su uso como medio y fin, apuesta por la prevención del conflicto y por la disminución del poder cuando se considera que se ejerce injustamente.
Una de sus principales características es el uso de manifestaciones pacíficas, este ejercicio ha transformado el panorama nacional y mundial a lo largo de los años, como las sufragistas rodeando la Casa Blanca en 1917, la protesta pacífica contra la guerra de Vietnam en 1964, la revolución de los claveles en 1974, o la icónica marcha de la sal en 1930 cuando Mahatma Gandhi comenzó una caminata de 390 kilómetros para protestar en contra del gobierno británico.
Actualmente se requiere hacer un alto a la violencia en el mundo entero, de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud la violencia produce 1,4 millones de muertes al año, 90% de las cuales se producen en países de ingresos bajos y medios; y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en su Estudio Mundial sobre el homicidio 2019 ha publicado que unas 464,000 personas en todo el mundo fueron víctimas de homicidio en 2017, superando con creces las 89,000 que murieron en conflictos armados en el mismo período, así mismo menciona que la delincuencia organizada es responsable del 19% de los homicidios.
Por otro lado, los resultados obtenidos por el Índice de Paz Global 2019 indican que avanzamos tres pasos y retrocedemos dos, ya que en comparación con el estudio del año pasado 86 países se volvieron más pacíficos y 76 retrocedieron en el ranking, es decir, mejoramos mundialmente un 0.09%; de acuerdo a este análisis Islandia es la nación más pacífica seguida de Nueva Zelanda y Portugal, en los últimos tres lugares se encuentran Afganistán, Siria y Sudán del Sur. La región de América del Centro y del Caribe perdió tres posiciones con respecto al año pasado; los disturbios civiles, los crímenes violentos y las disputas fronterizas caracterizaron el último año para esta parte del planeta, y México se encuentra en la última posición de las 12 que conforman esta zona.
La agresividad, la hostilidad y la antipatía son cada día más fáciles de encontrar, es probable que si le solicitamos a quien arrojó basura en vía pública que la levante, éste nos responda con furia y palabras altisonantes o bien nos dejará hablando solos, lo mismo pasará si instamos a alguien a no pararse en las líneas peatonales; la violencia abarca entornos cotidianos, formas de pensar, de responder o de actuar; crece en los deportes, en las redes sociales, en los medios de comunicación, en la familia o el trabajo, florece casi en cualquier ambiente, es por eso que conmemoraciones como las de hoy son importantes, porque mientras unos pugnan por la libertad y la justicia, bombas caen aún en países en guerra, mujeres son violadas y niños son asesinados.
Quizá algunos piensen que la existencia de los días internacionales no ha mermado los conflictos que aún suponen retrocesos para la humanidad, como la hambruna, la violencia, la pobreza o el cuidado ambiental etc. pero su presencia nos sirve para recordar que el problema no ha desaparecido, para señalarlo, para llamar a la atención y a la aplicación de soluciones.
Hoy, la violencia se ha convertido en un difícil obstáculo para la humanidad, en una carga insoportable, pero hoy también somos una sociedad que está dispuesta a no aceptar una realidad escrita con las manos de la violencia.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.
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