Navidad 2018

25 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Navidad 2018

simon vargas

En días pasados, el Vaticano exhortó a rescatar el “sentido espiritual de la Navidad”, mismo que se ha perdido a causa del consumismo fomentado por la mercadotecnia. En ese contexto, es urgente hacer un llamado para recuperar el verdadero sentido de la celebración del nacimiento de Cristo. Y es que no debemos olvidar que la Navidad es el “anuncio de una gran alegría (…) el nacimiento del Salvador: el Mesías, el Señor” (Lc 2,10-11). En este 2018, la celebración del nacimiento de Cristo debe ser “la puerta de la fe” (Hch 14, 27) que abra el camino hacia la comunión con Dios y con nuestros semejantes. Además, debemos tener en cuenta que “Jesús es el regalo más preciado, el don auténtico de Dios a su pueblo, para que vivamos plenamente en la comunión con Él y con los hermanos”. Ya que “aquel niño envuelto en pañales y acostado en el pesebre, es Dios que viene a visitarnos para guiar nuestros pasos por el camino de la Paz” (Juan Pablo II). Por lo que, ante esta época en la que nuestro país se encuentra amenazado por una crisis de principios y valores, por una atrofia espiritual y el vacío de corazón, debemos reflexionar en torno a la “bondad de Dios y su amor por el hombre” (Tt 3,4), el cual se manifiesta a través del nacimiento del niño Jesús. En 2005, en su mensaje navideño, Su Santidad Benedicto XVI nos invitó a “recibir a Jesús en nuestras casas, en las ciudades, en las naciones y en cada rincón de la tierra”, porque el amor que nos trae Jesucristo debe ser la guía de los pueblos para construir vínculos de confianza y ayuda mutua. Hoy, debemos recobrar el sentido y la esencia de la llegada de Jesús; acontecimiento capaz de construir una esperanza renovada en la existencia de todo ser humano, y de guiarnos hacia una auténtica y renovada conversión hacia el Señor, quien reveló que es “el amor lo que salva y llama a los hombres a la transformación de la vida mediante la remisión de los pecados” (Hch 5, 31). Por ello, en esta Navidad, “¡Dios debe ser el mejor regalo, porque sólo en Él podemos encontrar la luz y la fuerza para enfrentarnos a la dureza de la vida y al misterio del sufrimiento, de la enfermedad, del dolor humano, de la culpa y de la muerte”. Por todo ello deseo que vivan la experiencia de una Navidad en este contexto y que el espíritu de Jesús guíe por siempre sus acciones, para que podamos tener una mejor convivencia como sociedad.